Todo tiempo pasado...

Todo tiempo pasado...

Por Dardo Nofal. Periodista y escritor. Fue secretario de LA GACETA. Jefe del servicio noticioso de LV 12 entre los 60 y 70.

DARDO NOFAL. LA GACETA / ARCHIVO DARDO NOFAL. LA GACETA / ARCHIVO
22 Agosto 2010
Hasta la mitad de los años 60, el público de Tucumán era "puro oído". Las tres emisoras radiales (LV12, Radio Independencia; LV7, Radio Tucumán; y LW3, Radio Splendid) se hacían dueñas de expectativas, emociones, ritmos y sorpresas en la vida de la ciudad y de las poblaciones del interior. Faltaba la imagen, pero reinaba la imaginación. Los famosos no tenían rostro. Tenían voz. Jorge Bilotti, Eta Guzmán, Pablo Masucci, Jacinto Fonollat, Beatriz Romay, José "Pepín" Basualdo, Ernesto Martoni, Elba Bernal, Cristina de Ruesjas, Jorge Stojan, Miguel Angel Yane; los radioteatristas Armando de Oliva, Mario Vanadía, Mirta Novar, Nilda Mansilla, Remigio Abregú (quien luego hizo época como relator deportivo)... qué sé yo cuánto más, integraban ese mundo febril de la notoriedad provinciana. De sólo estar, esos nombres alimentan las nostalgias y entonces más personajes y episodios que fueron notables, disparan la memoria hasta volverla frenética.

El nuevo tiempo
En 1966, con la apertura del Canal 10 de TV y la incorporación de cierto tono solemne con el nacimiento de LRA 15 Radio Nacional, y luego Radio Universidad, empieza a cambiar. Hasta entonces los públicos de los barrios llenaban los clubes para ver en versión completa las obras que en entregas diarias los elencos les iban adelantando en capítulos; en poblaciones lejanas, en algún bar, se armaba un escenario minúsculo sobre  una mesa de billar y allí se ofrecía el espectáculo.
Para el radioteatro la supervivencia fue tornándose dificultosa. Y para la propia radiofonía, que se componía cuatro emisoras, faltaba un golpe masivo. Nacieron las FM y fueron sumándose la manera caótica, sin ningún control, sin ninguna exigencia. El locutor, figura respetada y de porte profesional, dueño de un carnet habilitante de validez nacional y obtenido por exámenes, fue siendo abatido por el desorden.

Caos y anarquismo
Hoy, en la provincia de Tucumán, apenas hay "estimaciones" sobre la cantidad de radios de frecuencia modulada. Esos cálculos, "a ojos de mal cubero", llegan en algunos casos a las 130 emisoras y en otros trepan hasta 210.
Las FM, en realidad, nacieron como un arma poderosa para luchar en favor de la concientización colectiva, en particular en lugares pobres, y se convirtieron en base de programas estupendos, en esa línea, en países como España -el mayor ejemplo europeo- pero también en América Latina. Brasil, México y Perú exhiben resultados inmensos. En la Argentina, sólo el caos y el amiguismo político degradante imperan y desarticulan -una vez más- una posibilidad social y cultural seria.

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