A causa de un edificio, una familia perdió su vivienda

A causa de un edificio, una familia perdió su vivienda

Testigos del derrumbe de General Paz al 900.

20 Agosto 2010
La noche del martes 20 de marzo de 2007 fue la última que pasaron en su casa. Un día después, la Justicia los desalojó y, salvo regresos esporádicos, nunca más pudieron volver a la vivienda familiar. Ellos no eran delincuentes ni habían cometido ningún delito como para que la Justicia reaccionara de esta forma en su contra. Junto al domicilio de los Ovejero estaban construyendo un edificio. Cuando los obreros cavaban para hacer los cimientos, un muro se derrumbó y mató a tres de los operarios.

El miércoles 21 de marzo de 2007, luego del accidente, la Justicia ordenó que varias casas de la zona fueran desalojadas para evitar más tragedias. Entre ellas estaba la de José Ovejero, Claudia Tenca de Ovejero y sus tres hijos. Durante algún tiempo, vivieron repartidos en casas de familiares y amigos hasta que la constructora del edificio donde se produjo el siniestro les dio un departamento en Las Piedras y Ayacucho, donde viven actualmente.

"Antes de que se produzca el accidente, cuando ya estaban realizando las excavaciones, en nuestra casa aparecieron grietas en las paredes y en los pisos. Yo hablé con los encargados de la obra y ellos me dijeron que se iban a hacer cargo de todos los daños", recordó el hombre. El derrumbe se produjo en General Paz 964; la casa de los Ovejero es la primera hacia el este junto al terreno (General Paz 958).

Durante los primeros días posteriores al derrumbe, la familia vivió casi con lo puesto. "Para poder retirar algo de ropa teníamos que ir a la comisaría, pedir una autorización e ingresar como máximo 10 minutos para sacar un par de pulóveres y algunas camisas", relató la mujer. Incluso, según dijo el matrimonio, el día en el que finalmente pudieron mudarse, apenas tuvieron cinco horas para sacar sus pertenencias.

Ovejero relató que ellos no pudieron regresar a la casa, porque un perito de la Justicia determinó que está inhabitable como consecuencia de los daños producidos por las excavaciones. "En marzo del año pasado iniciamos acciones legales contra la empresa constructora, porque no había hecho los arreglos que se había comprometido a realizar en nuestra casa. Inmediatamente, nos respondió con una carta documento intimándonos a abandonar el departamento o, de lo contrario, a empezar a pagar una multa diaria. Hasta ahora no nos están cobrando la multa. Pero la causa judicial está avanzando muy lentamente. Imagínese cómo vivimos: en la incertidumbre total. Antes teníamos una casa; ahora no tenemos nada", denunció el hombre.

Al ver por televisión las imágenes del derrumbe que se produjo hace algunos días en un gimnasio en Buenos Aires (murieron tres personas), los Ovejeros revivieron el horror de aquella jornada de 2007. "Los vecinos de Tucumán debemos exigirle al Estado que haga los controles necesarios en las excavaciones para que no ocurran cosas como las que nos pasaron a nosotros", exigió Ovejero.

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