15 Agosto 2010
Cómo le llegaron los poderes a la remera amarilla o a la medallita de la abuela, es un misterio. Pero que nadie se atreva a cuestionar su efectividad. Casi todos tenemos alguna que otra manía para atraer a la suerte. LA GACETA consultó con un especialista para entender cómo funcionan.
Más que explicaciones cargadas de impenetrable esoterismo, la eficacia -o falta de ella- de las cábalas se fundamenta en que ayudan a quien las usa a canalizar sus energías positivas en lo que quiere conseguir, dando más autoconfianza al cabulero que, de algún modo, se siente acompañado. "Las cábalas nos ayudan a dirigir nuestras energías hacia la meta que queremos alcanzar. Cuando perseguimos un objetivo necesitamos apartar todos los pensamientos negativos porque son obstáculos, y las cábalas son una buena forma de lograrlo", explica Félix Rojas Muñóz el parapsicólogo que, dicho sea de paso, vaticinó la derrota mundial de Argentina frente a Alemania.
Claro que, en estos temas, no hay más que dos opciones: creer o no creer. Según el experto esotérico, para que una cábala funcione hay que tener fe, si no, de nada sirve. "El secreto siempre está dentro nuestro, y saber manejar nuestras energías es un largo camino de aprendizaje", concluyó.
Más que explicaciones cargadas de impenetrable esoterismo, la eficacia -o falta de ella- de las cábalas se fundamenta en que ayudan a quien las usa a canalizar sus energías positivas en lo que quiere conseguir, dando más autoconfianza al cabulero que, de algún modo, se siente acompañado. "Las cábalas nos ayudan a dirigir nuestras energías hacia la meta que queremos alcanzar. Cuando perseguimos un objetivo necesitamos apartar todos los pensamientos negativos porque son obstáculos, y las cábalas son una buena forma de lograrlo", explica Félix Rojas Muñóz el parapsicólogo que, dicho sea de paso, vaticinó la derrota mundial de Argentina frente a Alemania.
Claro que, en estos temas, no hay más que dos opciones: creer o no creer. Según el experto esotérico, para que una cábala funcione hay que tener fe, si no, de nada sirve. "El secreto siempre está dentro nuestro, y saber manejar nuestras energías es un largo camino de aprendizaje", concluyó.