Los hinchas de San Martín sufrieron a la distancia, vía internet o escuchando alguna radio. Después de los 90 minutos la pregunta fue inevitable. ¿Es bueno el empate? La respuesta es simple y contundente: revisando la estadística queda claro que las excursiones a San Juan nunca fueron positivas para el "santo" (en las últimas visitas volvió con las manos vacías). Por eso siempre es bueno sumar en la cancha del "verdinegro". Mucho más si se trata de la primera fecha de un torneo que será tan largo como exigente.
Salvo los primeros 20 minutos, cuando Nadaya por derecha y Roberval por izquierda complicaron la estructura defensiva tucumana, el partido siempre estuvo bajo control del visitante.
La lectura para Carlos Roldán y sus jugadores es positiva desde varios aspectos, no sólo del resultado. Marcos Gutiérrez respondió con solvencia cada vez que fue exigido y transmitió seguridad desde los tres palos. La lesión quedó atrás, definitivamente.
Durante los 90 minutos el DT modificó el dibujo táctico y no se alteró el rendimiento colectivo. Pablo De Muner tardó unos minutos en acomodarse, pero cuando lo hizo controló sin problemas a Sebastián Penco. Facundo Oreja arrancó en la posición de lateral por derecha, armando una línea de fondo con cuatro hombres. Sin embargo, apenas encontró el hueco se proyectó y fue el carrilero que todos conocen en La Ciudadela. De una proyección de Oreja se generó la jugada más clara: Nicolás Herrera no logró definir.
De mayor a menor fue el rendimiento de los sanjuaninos. La otra cara de la moneda fue San Martín, al que se lo vio cómodo en la cancha. El ingreso de Gabriel Bustos y del juvenil Gonzalo Rodríguez, por los delanteros Herrera e Ibáñez, cambió el dibujo pero no las intenciones. El visitante siempre buscó el arco rival. Sólo le faltó potencia y resolución en los metros finales. Si hubiese logrado sacar a relucir esos atributos podría haber conquistado los tres puntos.
Pasó el debut y Roldán se fue de San Juan con una sonrisa. Empató en tierra cuyana, en una cancha difícil. Es una buena señal con miras a todo lo que viene.
1
Fue de menor a mayor
Los sanjuaninos complicaron durante los primeros 20 minutos del encuentro. Pero cuando los dirigidos por Carlos Roldán se acomodaron en el campo la situación cambió. El rendimiento colectivo fue interesante y las individualidades siempre respondieron.
2
La lesión es un recuerdo
En un rendimiento parejo, la figura de Marcos Gutiérrez sobresalió un poco por encima de su compañeros. Más que por la cantidad de atajadas, hay que valorarlo por la calidad de sus intervenciones. Estuvo siempre atento y transmitió seguridad. La lesión ya es sólo un recuerdo para el arquero.
3
Tiene variantes y recambio
Roldán probó un par de variantes tácticas durante el partido y el equipo lució siempre sólido. Si hay que buscar un déficit, tal vez haya que apuntar a la falta de definición. De todos modos, los delanteros buscaron siempre. Les faltó suerte. Si el gol no llega hay recambio.