29 Julio 2010
Al momento de tratar el Presupuesto 2010, proyecto en el que estaba incluida la suba de la dieta del intendente, Domingo Amaya, a más de $ 7.600 por mes, el oficialismo mostró divisiones internas. Para no exponer las asperezas en el recinto, la bancada resolvió hacer un cuarto intermedio y deliberar "a solas" en una oficina hasta definir un voto unánime.
Luego bajaron al recinto con una decisión política clara: sacar la cláusula que establecía el aumento en los haberes del jefe municipal. Los concejales peronistas acordaron que no era el momento de aprobar ese artículo en la misma sesión en la que se aumentó el precio del cospel.
Además, los ediles habían recibido advertencias desde la intendencia respecto de que esa cláusula iba a ser vetada. La iniciativa surgió del propio Concejo Deliberante, porque al aumentar los haberes del intendente Amaya, también se beneficiarían los concejales y los funcionarios.
La propuesta quedó trunca. No se modificó la dieta, pero sí se aprobó el Presupuesto municipal 2010. El cálculo de gastos para el presente ejercicio quedó establecido en $ 638 millones, de los cuales $ 38 millones corresponden a los gastos de funcionamiento del Concejo Deliberante.
Objeciones
En particular, la oposición marcó sus fichas. Los concejales José Luis Avignone (UCR), Claudio Viña (FR) y José Costanzo (Partido Autónomo) no dejaron pasar la ocasión para expresar sus críticas contra el Departamento Ejecutivo. El trío centró sus cuestionamientos en la partida de gastos discrecionales (012). El monto se fijó en más de $ 34 millones (incluye a la Intendencia, al resto de las reparticiones de la Municipalidad y al propio Concejo Deliberante).
El bussista Viña recordó que al momento de asumir Domingo Amaya en la intendencia esa partida apenas rondaba entre $ 2 y $ 3 millones y que ahora supera los $ 34 millones. "Esos fondos se utilizan para pagos de electricidad, de gas, pero también incluye gastos por pasajes, honorarios, publicidad y propaganda, de imprenta, viáticos, de cortesía y homenajes, premios y condecoraciones. Es decir, que el funcionario puede elegir en qué gastar y lamentablemente hemos visto que se gasta mal", advirtió Viña.
Por esa razón, el opositor propuso reducir $ 6 millones de esa partida para distribuirlos en las áreas de salud, de educación y de deportes. Avignone y Costanzo, por su parte, respaldaron el planteo de Viña, pero la propuesta no fue avalada por el oficialismo.
El edil José Franco (PJ) fue el vocero del justicialismo y pidió el voto favorable. Tras la votación, el radical Avignone advirtió que fue un error haber eliminado la cláusula del aumento de la dieta de Amaya. "Puede traer consecuencias al erario del municipio", dijo, en referencia a futuros planteos judiciales por actualización de sueldos.
Luego bajaron al recinto con una decisión política clara: sacar la cláusula que establecía el aumento en los haberes del jefe municipal. Los concejales peronistas acordaron que no era el momento de aprobar ese artículo en la misma sesión en la que se aumentó el precio del cospel.
Además, los ediles habían recibido advertencias desde la intendencia respecto de que esa cláusula iba a ser vetada. La iniciativa surgió del propio Concejo Deliberante, porque al aumentar los haberes del intendente Amaya, también se beneficiarían los concejales y los funcionarios.
La propuesta quedó trunca. No se modificó la dieta, pero sí se aprobó el Presupuesto municipal 2010. El cálculo de gastos para el presente ejercicio quedó establecido en $ 638 millones, de los cuales $ 38 millones corresponden a los gastos de funcionamiento del Concejo Deliberante.
Objeciones
En particular, la oposición marcó sus fichas. Los concejales José Luis Avignone (UCR), Claudio Viña (FR) y José Costanzo (Partido Autónomo) no dejaron pasar la ocasión para expresar sus críticas contra el Departamento Ejecutivo. El trío centró sus cuestionamientos en la partida de gastos discrecionales (012). El monto se fijó en más de $ 34 millones (incluye a la Intendencia, al resto de las reparticiones de la Municipalidad y al propio Concejo Deliberante).
El bussista Viña recordó que al momento de asumir Domingo Amaya en la intendencia esa partida apenas rondaba entre $ 2 y $ 3 millones y que ahora supera los $ 34 millones. "Esos fondos se utilizan para pagos de electricidad, de gas, pero también incluye gastos por pasajes, honorarios, publicidad y propaganda, de imprenta, viáticos, de cortesía y homenajes, premios y condecoraciones. Es decir, que el funcionario puede elegir en qué gastar y lamentablemente hemos visto que se gasta mal", advirtió Viña.
Por esa razón, el opositor propuso reducir $ 6 millones de esa partida para distribuirlos en las áreas de salud, de educación y de deportes. Avignone y Costanzo, por su parte, respaldaron el planteo de Viña, pero la propuesta no fue avalada por el oficialismo.
El edil José Franco (PJ) fue el vocero del justicialismo y pidió el voto favorable. Tras la votación, el radical Avignone advirtió que fue un error haber eliminado la cláusula del aumento de la dieta de Amaya. "Puede traer consecuencias al erario del municipio", dijo, en referencia a futuros planteos judiciales por actualización de sueldos.