Viejos rivales, viejos problemas

Viejos rivales, viejos problemas

Frank Jack Daniel, columnista de Reuters.

26 Julio 2010
La relación más frágil de América Latina tuvo un nuevo remezón y las repercusiones del más reciente enfrentamiento entre el presidente venezolano, Hugo Chávez, y el saliente mandatario colombiano, Alvaro Uribe, podrían dejar una huella duradera en los lazos regionales. Tras ocho años de disputas con Chávez, Uribe -aliado de EEUU- termina su segundo mandato el 7 de agosto, dejando un legado bilateral de diplomacia accidentada, comercio destrozado y un conflicto sobre supuestos campamentos de la guerrilla colombiana en Venezuela, que resonarán en Latinoamérica por años.

Chávez, un feroz crítico de Washington, dijo que la acusación colombiana era un pretexto para una posible invasión apoyada por EEUU a Venezuela: "hago responsable Uribe, enfermo de odio, porque él se va caminando al basurero de la historia", declaró. "Ficha del imperio yanqui, terminó aislado en este continente, no derrotó, ni a guerrilla, ni a narcotráfico, Venezuela es un víctima de todo eso", señaló Chávez.

Uribe, que amenazó por mucho tiempo con llevar a Chávez a la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya por apoyar el terrorismo, le inició una investigación, a través del fiscal general colombiano, en ese sentido. En tanto, Juan Manuel Santos, ex ministro de defensa de Uribe, asumirá la presidencia con el objetivo de mejorar las relaciones con Venezuela para recuperar miles de millones de dólares perdidos en comercio bilateral.

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