19 Julio 2010
Los límites y las restricciones de la nueva ley nacional son formales e inútiles; es una norma completamente hipócrita, que consolida el viejo dicho de hecha la ley, hecha la trampa. Los grandes partidos tienen mecanismos para financiarse por derecha y por izquierda. Además, cualquiera conoce la utilización que se hace de los recursos públicos, que no figuran en el articulado como aporte a los partidos políticos. ¿Acaso (el gobernador José) Alperovich va a dejar de inaugurar obras tres meses antes de los comicios, acaso se va a autoproscribir? Si no se autoexime con su conducta concreta, significará que hará su campaña con los fondos del Estado.
Las restricciones legales rigen para la oposición; fundamentalmente, para los sectores más pobres que no tienen acceso a los aportes personales de los más solventes, que sostienen a los que le aseguran los negocios millonarios. No se modifica la desigualdad entre aquellos que harán una campaña multimillonaria y otros con pocos recursos.
Las restricciones legales rigen para la oposición; fundamentalmente, para los sectores más pobres que no tienen acceso a los aportes personales de los más solventes, que sostienen a los que le aseguran los negocios millonarios. No se modifica la desigualdad entre aquellos que harán una campaña multimillonaria y otros con pocos recursos.
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