Con la pluma y los pedales sigue cosechando amigos

Con la pluma y los pedales sigue cosechando amigos

Octavio Cejas continúa siendo un gladiador dispuesto a dar batalla. A los 83 años, la creación literaria y el ciclismo son sus fuerzas vitales

UN MAESTRO. Octavio Cejas fue amigo del catamarqueño Luis Franco.
18 Julio 2010
CONCEPCION.- Octavio Cejas es un amigo para los que lo leen, lo conocen y todos aquellos que compartieron sus actividades deportivas. A los 83 años, es claro el entusiasmo que revela cuando habla de su oficio de escritor y de su otra pasión, el ciclismo. Son dos poderosas herramientas que le permitieron, a lo largo de su vida, cosechar muchos amigos.

Estas actividades son fuerzas vitales que hoy muestran al hombre como un gladiador que siempre está dispuesto a seguir dando batalla. Es inútil tratar de orientar una charla sobre otros temas que no sean sobre la escritura o el ciclismo. "Cuéntales a los que me conocen que, por cumplir ahora 50 años de ciclismo, me entrenaba para hacer en este invierno una travesía entre Andalgalá y Belén. Son 130 km de camino de arena muy duros. No hay agua en ese trayecto. Pero no podré hacerlo porque me caí de la bicicleta y por poco pierdo el único ojo que me permite ver", sostuvo.

Para Octavio no fue el final. "Otra vez será", advirtió. En él no hay dobleces. En efecto, siempre hay una luz en el horizonte. Se entusiasma cuando le cuentan que en el verano habrá una travesía ciclística entre Concepción y La Quiaca. "Soy escritor porque nací para contar a la gente sobre las realidades que desconoce. Me gusta revelar a mi gente. Además siempre anhelé tener muchos amigos. Sentir sus palmadas en las espaldas, el apretón fuerte de sus manos y el saludo cordial. Cuando las personas se identifican con lo que escribes, uno pasa a ser su amigo", apuntó Cejas.

El escritor, de andar pausado, es sobre todas las cosas un docente. Cuando habla enseña, sugiere. "Desde mi juventud hice todos los deportes que encontré a mano. Estudié en la Normal de Catamarca y como me quedaban algunas horas de vicio, empecé a practicar el boxeo durante cuatro años. La juventud tiene en el deporte un valioso elixir a fin de lograr una vida saludable, feliz", dijo.

Y cuando se habla de amigos, pasan por su memoria muchos, pero ancla en uno especialmente: el escritor de Belén Luis Franco. "Estoy viendo cuáles son las posibilidades de traer los restos de don Luis hasta su pago de Belén. Pasaron 13 años de su fallecimiento y no se sabe con exactitud dónde se hallan sus restos. Murió en Buenos Aires, pero hay que averiguar en qué cementerio lo sepultaron", señaló. "Al hombre había que escucharlo. Era un maestro, un amigo. Sus escritos son verdaderos martillazos a la conciencia. Las ideas que transmitía no fueron sacadas de un sarcófago ni de catacumbas oscuras y mal olientes. Eran conceptos nacidos con la luz del sol, y la fuerza de una tierra virgen. Escribió para el hombre de pasado mañana", recordó Cejas.

El hombre insistió: "es bueno que te reconozcan como un escritor. Y también como un atleta. Tengo más de 80 años y no me siento vencido por la edad. A veces me escapo para salir a andar en bicicleta. La última vez casi me cuesta un ojo. No pude sacar la zapatilla de la traba del pedal y me caí" contó. Cejas siempre habla como un amigo. Por eso cierra la charla recomendando: "a los jóvenes les digo que estudien, que lean permanentemente lo que les permita conocer a su región, su tierra. Deben conocer dónde viven". (C)

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