16 Julio 2010
Fabio García formó parte del grupo de tucumanos que asistieron a la sesión en la que el Senado convirtió en ley el matrimonio para personas del mismo sexo.
En una entrevista con LA GACETA, destacó que fue uno de los momentos más significativos de su vida. "Cuando el proyecto se aprobó pasamos de la tensión y el nerviosismo a los gritos y a las lágrimas de emoción. Fue un momento de esos que te marcan, equiparable al nacimiento de mi hijo; sentí la misma felicidad. Durante el debate, me disgusté al escuchar algunos fundamentos racistas. Se puede pensar distinto, pero también hay que respetar al otro", dijo.
García y su pareja, Sergio Domínguez, asistieron la semana pasada al Registro Civil tucumano para pedir turno y contraer matrimonio, pero no pudieron concretar su aspiración. "Vamos a esperar que la norma entre en vigencia y nos casaremos", anticipó eufórico. Sobre los cambios que le gustaría ver, señaló que la sociedad debe aprender a ser tolerante: "hay que enseñar a la gente a ser respetuosa con la diversidad, que hay diferentes puntos de vista y, fundamentalmente, que uno es bueno o malo por la forma en que se comporta y no por lo que hace con su vida privada".
García apuntó que le enseña a su hijo a ser tolerante para que él lo transmita a sus amigos. "Estoy seguro de que en Tucumán se va a dar esa transformación, es un pueblo muy capaz e inteligente", dijo.
En una entrevista con LA GACETA, destacó que fue uno de los momentos más significativos de su vida. "Cuando el proyecto se aprobó pasamos de la tensión y el nerviosismo a los gritos y a las lágrimas de emoción. Fue un momento de esos que te marcan, equiparable al nacimiento de mi hijo; sentí la misma felicidad. Durante el debate, me disgusté al escuchar algunos fundamentos racistas. Se puede pensar distinto, pero también hay que respetar al otro", dijo.
García y su pareja, Sergio Domínguez, asistieron la semana pasada al Registro Civil tucumano para pedir turno y contraer matrimonio, pero no pudieron concretar su aspiración. "Vamos a esperar que la norma entre en vigencia y nos casaremos", anticipó eufórico. Sobre los cambios que le gustaría ver, señaló que la sociedad debe aprender a ser tolerante: "hay que enseñar a la gente a ser respetuosa con la diversidad, que hay diferentes puntos de vista y, fundamentalmente, que uno es bueno o malo por la forma en que se comporta y no por lo que hace con su vida privada".
García apuntó que le enseña a su hijo a ser tolerante para que él lo transmita a sus amigos. "Estoy seguro de que en Tucumán se va a dar esa transformación, es un pueblo muy capaz e inteligente", dijo.
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