Por Manuel Cardozo
13 Junio 2010
No fue el mejor partido de Los Pumas, pero está claro que habrá que trabajar, y mucho, en varias facetas del juego. Las intenciones -como darles dinámica a los movimientos- son buenas. Para eso la obtención debe ser más clara; no se puede mantener el control de la pelota si casi siempre se falla en el primer tackle. No se puede defender todo el tiempo. Algo está pasando con las infracciones; a Los Pumas les cuesta mucho acostumbrarse a las nuevas reglas, y más saber qué pasa después de entrar en contacto con el rival. En el line hay un déficit que se nota mucho cuando se enfrenta a esta clase de rivales, que con jugadores altos complican bastante. El scrum es otra deuda de Los Pumas. La solidez no la suficiente para crear espacios, o por lo menos comenzar un ataque. La semana que viene jugarán contra el mismo rival y los errores se pagarán caro si se repiten. El equipo siempre tiene el crédito abierto, porque los jugadores de este seleccionado juegan con un plus que son las ganas y la garra que ponen en cada duelo. Gracias a eso se ganaron un lugar de privilegio y construyeron una rica historia. Pero esto hoy no basta.