28 Mayo 2010
Néstor Kirchner mostró ayer otra "cara", a partir de un discurso que parece haber asimilado la concordia que reinó durante los festejos por el Bicentenario de la Revolución de Mayo. Por eso, planteó que el desafío pasa "por ser cada vez más racionales". Como consecuencia, en un mensaje dirigido principalmente a la oposición, instó "a no vivir todo el tiempo pensando con una urna en la cabeza".
El diputado nacional, en su carácter de presidente del Partido Justicialista (PJ), inauguró la moderna sede con la que esa fuerza cuenta en Tucumán, que fue escenario de una reunión extraordinaria del consejo nacional del PJ, de la que participaron nueve gobernadores, incluido José Alperovich.
Kirchner fue el principal orador de una reunión que, después de la sesión del consejo del PJ, tuvo lugar en el anfiteatro con el que cuenta la sede ubicada en Rivadavia Nº 157. Numerosa dirigencia provincial y nacional concurrió. El ex presidente mostró mucha mesura. "El desafío pasa porque la Argentina siga mejorando la recaudación y su superávit primario. También por darle valor agregado a nuestra producción primaria. Para eso debemos dejar de jugar a llegar (al poder) de cualquier forma o a ser la máquina de impedir. Tenemos enfrente una crisis internacional tan dura como la de 2001. No podemos estar distraídos ni permitir que nos lleven a confrontaciones que no queremos", dijo.
Abrazada al pueblo
En todo momento, destacó el coraje de su esposa, la presidenta, Cristina Fernández, para profundizar el modelo iniciado por él en 2003. "Por eso, el martes (durante los festejos por el Bicentenario), cuando ella caminaba como una ciudadana más, abrazada por su pueblo, fue un reconocimiento a la injusticia que se cometió contra ella desde que asumió, el 10 de diciembre de 2007", manifestó.
Kirchner también basó buena parte del discurso en su interpretación de lo que ocurrió durante la celebración del Bicentenario. "Hoy muchos están tratando de entender lo que ha pasado. Lo que se vio en las calles es la Argentina que sabe administrarse, corregir errores, divertirse, compartir y celebrar a partir de una línea política clara. No hubo un desfile sin contenido, sino uno a partir de una visión de los que nos pasó como sociedad... Fue una fiesta con memoria, justicia y compromiso", recalcó.
El ex presidente tampoco olvidó referirse a Tucumán, con guiños incluido a Alperovich y al intendente de esta capital, Domingo Amaya. "¿Por qué los medios nacionales que, con grandes titulares, se referían en 2003 a lo que pasaba en esta provincia no vienen a ver todo lo que se ha hecho?", inquirió.
El diputado nacional, en su carácter de presidente del Partido Justicialista (PJ), inauguró la moderna sede con la que esa fuerza cuenta en Tucumán, que fue escenario de una reunión extraordinaria del consejo nacional del PJ, de la que participaron nueve gobernadores, incluido José Alperovich.
Kirchner fue el principal orador de una reunión que, después de la sesión del consejo del PJ, tuvo lugar en el anfiteatro con el que cuenta la sede ubicada en Rivadavia Nº 157. Numerosa dirigencia provincial y nacional concurrió. El ex presidente mostró mucha mesura. "El desafío pasa porque la Argentina siga mejorando la recaudación y su superávit primario. También por darle valor agregado a nuestra producción primaria. Para eso debemos dejar de jugar a llegar (al poder) de cualquier forma o a ser la máquina de impedir. Tenemos enfrente una crisis internacional tan dura como la de 2001. No podemos estar distraídos ni permitir que nos lleven a confrontaciones que no queremos", dijo.
Abrazada al pueblo
En todo momento, destacó el coraje de su esposa, la presidenta, Cristina Fernández, para profundizar el modelo iniciado por él en 2003. "Por eso, el martes (durante los festejos por el Bicentenario), cuando ella caminaba como una ciudadana más, abrazada por su pueblo, fue un reconocimiento a la injusticia que se cometió contra ella desde que asumió, el 10 de diciembre de 2007", manifestó.
Kirchner también basó buena parte del discurso en su interpretación de lo que ocurrió durante la celebración del Bicentenario. "Hoy muchos están tratando de entender lo que ha pasado. Lo que se vio en las calles es la Argentina que sabe administrarse, corregir errores, divertirse, compartir y celebrar a partir de una línea política clara. No hubo un desfile sin contenido, sino uno a partir de una visión de los que nos pasó como sociedad... Fue una fiesta con memoria, justicia y compromiso", recalcó.
El ex presidente tampoco olvidó referirse a Tucumán, con guiños incluido a Alperovich y al intendente de esta capital, Domingo Amaya. "¿Por qué los medios nacionales que, con grandes titulares, se referían en 2003 a lo que pasaba en esta provincia no vienen a ver todo lo que se ha hecho?", inquirió.
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