24 Mayo 2010
De los nueve integrantes de la Primera Junta, instalada en Buenos Aires el 25 de mayo de 1810, cinco pisaron alguna vez el suelo tucumano. Ellos fueron -enumerados por orden de llegada- Mariano Moreno, Juan José Castelli, Cornelio Saavedra, Manuel Belgrano y Juan José Passo.
Moreno, enfermo
El primero, Mariano Moreno, llegó a fines de 1799 a nuestra ciudad, en viaje a Chuquisaca, en cuya Universidad iba a matricularse. Tenía 21 años entonces. Era de mala salud y ni bien llegado a Tucumán, lo acometió "un cruel reumatismo", que lo tuvo en cama en una posada durante 15 días y sin poder moverse. Narra Manuel Moreno, su hermano, que la situación fue especialmente penosa, dada la falta de médicos: "apenas había uno o dos charlatanes, en cuyas manos hubiera corrido más peligro si se hubiese confiado a su ignorancia", expresa.
Cuando pudo restablecerse, Moreno siguió viaje a Chuquisaca. Allí se doctoró en 1804, y al año siguiente emprendió el regreso a Buenos Aires, ya con su esposa altoperuana María Guadalupe Cuenca y su hijo. Volvió a estar de paso, entonces, en San Miguel de Tucumán.
Castelli y luego Saavedra
El 13 de octubre de 1810, llegó a Tucumán el vocal de la Junta, doctor Juan José Castelli, abogado de 46 años. Venía de Córdoba -donde había hecho ejecutar a Liniers y los contrarrevolucionarios- con rumbo al Alto Perú, para hacerse cargo del Ejército. Nuestra ciudad lo recibió con gran entusiasmo. Entró en un carruaje donde lo acompañaban el doctor Manuel Felipe Molina, Clemente de Zavaleta y Manuel Pérez Padilla. El público arrojaba flores a su paso. Estuvo dos días. El 15 continuó su viaje al norte, al mando de los reclutas tucumanos.
En setiembre de 1811, arriba el brigadier Cornelio Saavedra. Hombre de 61 años, había pasado por Tucumán en su niñez, cuando la familia se trasladó de Potosí a Buenos Aires. Ahora es presidente de la Junta -que semanas después será sustituida por un Triunvirato- y viene en compañía del doctor Manuel Felipe Molina, diputado tucumano en la "Junta Grande". Integran su comitiva los militares Martín Rodríguez, Francisco Ortiz de Ocampo y Juan Ramón Balcarce, así como una decena de soldados. La misión se dirige a Salta, donde llegarán el 5 de octubre. El propósito es hacer propaganda de la revolución y convencer al pueblo sobre la necesidad de armar otro ejército, que reemplace al derrrotado en Huaqui.
Larga estadía
Al promediar marzo de 1812, el general Manuel Belgrano pisa San Miguel de Tucumán por primera vez. Tiene 42 años. Va a hacerse cargo de la jefatura del Ejército del Norte, que asumirá en Yatasto el 26 de marzo. Sabemos que luego volverá a nuestra ciudad, en retirada, y que se quedará en ella para conducir la gloriosa batalla del 24 de setiembre. Luego pasó a Salta, para su siguiente triunfo del 20 de febrero de 1813. Se sucederán después la campaña del Alto Perú, con las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, y su reemplazo en la jefatura por el general José de San Martín.
Tras unos meses en Tucumán, en junio de ese año vuelve a Buenos Aires. De allí pasa a Europa, en misión diplomática. Otra vez está en Tucumán en 1816, para informar al Congreso sobre su viaje y luego asumir, de nuevo, la jefatura del Ejército. Transcurrirá entonces su estadía más larga entre nosotros. Se prolonga hasta comienzos de 1819, en que se le ordena marchar con las tropas a Buenos Aires. En septiembre dejará el mando y se volverá, muy enfermo, a Tucumán. Estuvo entre nosotros hasta febrero de 1820, mes en que partió a Buenos Aires, donde moriría el 20 de junio.
El doctor Passo
En cuanto al doctor Juan José Passo, llegó a Tucumán a comienzos de 1816, como diputado por Buenos Aires al Congreso que declaró la Independencia.
Tenía entonces 58 años y había desempeñado altos cargos en todo el proceso revolucionario. Como se sabe, fue secretario de la histórica asamblea, y puso su firma al pie del acta del 9 de julio.
Estuvo entre nosotros hasta febrero de 1817, fecha en que la corporación resolvió trasladarse a sesionar a Buenos Aires.
Moreno, enfermo
El primero, Mariano Moreno, llegó a fines de 1799 a nuestra ciudad, en viaje a Chuquisaca, en cuya Universidad iba a matricularse. Tenía 21 años entonces. Era de mala salud y ni bien llegado a Tucumán, lo acometió "un cruel reumatismo", que lo tuvo en cama en una posada durante 15 días y sin poder moverse. Narra Manuel Moreno, su hermano, que la situación fue especialmente penosa, dada la falta de médicos: "apenas había uno o dos charlatanes, en cuyas manos hubiera corrido más peligro si se hubiese confiado a su ignorancia", expresa.
Cuando pudo restablecerse, Moreno siguió viaje a Chuquisaca. Allí se doctoró en 1804, y al año siguiente emprendió el regreso a Buenos Aires, ya con su esposa altoperuana María Guadalupe Cuenca y su hijo. Volvió a estar de paso, entonces, en San Miguel de Tucumán.
Castelli y luego Saavedra
El 13 de octubre de 1810, llegó a Tucumán el vocal de la Junta, doctor Juan José Castelli, abogado de 46 años. Venía de Córdoba -donde había hecho ejecutar a Liniers y los contrarrevolucionarios- con rumbo al Alto Perú, para hacerse cargo del Ejército. Nuestra ciudad lo recibió con gran entusiasmo. Entró en un carruaje donde lo acompañaban el doctor Manuel Felipe Molina, Clemente de Zavaleta y Manuel Pérez Padilla. El público arrojaba flores a su paso. Estuvo dos días. El 15 continuó su viaje al norte, al mando de los reclutas tucumanos.
En setiembre de 1811, arriba el brigadier Cornelio Saavedra. Hombre de 61 años, había pasado por Tucumán en su niñez, cuando la familia se trasladó de Potosí a Buenos Aires. Ahora es presidente de la Junta -que semanas después será sustituida por un Triunvirato- y viene en compañía del doctor Manuel Felipe Molina, diputado tucumano en la "Junta Grande". Integran su comitiva los militares Martín Rodríguez, Francisco Ortiz de Ocampo y Juan Ramón Balcarce, así como una decena de soldados. La misión se dirige a Salta, donde llegarán el 5 de octubre. El propósito es hacer propaganda de la revolución y convencer al pueblo sobre la necesidad de armar otro ejército, que reemplace al derrrotado en Huaqui.
Larga estadía
Al promediar marzo de 1812, el general Manuel Belgrano pisa San Miguel de Tucumán por primera vez. Tiene 42 años. Va a hacerse cargo de la jefatura del Ejército del Norte, que asumirá en Yatasto el 26 de marzo. Sabemos que luego volverá a nuestra ciudad, en retirada, y que se quedará en ella para conducir la gloriosa batalla del 24 de setiembre. Luego pasó a Salta, para su siguiente triunfo del 20 de febrero de 1813. Se sucederán después la campaña del Alto Perú, con las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, y su reemplazo en la jefatura por el general José de San Martín.
Tras unos meses en Tucumán, en junio de ese año vuelve a Buenos Aires. De allí pasa a Europa, en misión diplomática. Otra vez está en Tucumán en 1816, para informar al Congreso sobre su viaje y luego asumir, de nuevo, la jefatura del Ejército. Transcurrirá entonces su estadía más larga entre nosotros. Se prolonga hasta comienzos de 1819, en que se le ordena marchar con las tropas a Buenos Aires. En septiembre dejará el mando y se volverá, muy enfermo, a Tucumán. Estuvo entre nosotros hasta febrero de 1820, mes en que partió a Buenos Aires, donde moriría el 20 de junio.
El doctor Passo
En cuanto al doctor Juan José Passo, llegó a Tucumán a comienzos de 1816, como diputado por Buenos Aires al Congreso que declaró la Independencia.
Tenía entonces 58 años y había desempeñado altos cargos en todo el proceso revolucionario. Como se sabe, fue secretario de la histórica asamblea, y puso su firma al pie del acta del 9 de julio.
Estuvo entre nosotros hasta febrero de 1817, fecha en que la corporación resolvió trasladarse a sesionar a Buenos Aires.