09 Mayo 2010
IMPACIENCIA. Vecinos de Luisiana reclaman una solución urgente. REUTERS
WASHINGTON.- Mientras los planes para tapar un derrame de petróleo en el Golfo de México, producto de una explosión e incendio de una plataforma de extracción, se enfrentaban ayer con los primeros problemas, sobrevivientes de la tragedia que causó casi 20 muertes dijeron que ese día, precisamente, estaban celebrando siete años sin percances operativos.
El festejo de trabajadores y funcionarios de British Petroleum (BP) se desarrollaba en oficinas de la instalación siniestrada hace casi 20 días. Según sus relatos, la explosión fue causada por una burbuja de gas metano que llegó hasta el tubo de perforación. Luego estalló el incendio y desde entonces, unas 70 toneladas de crudo fluyen por día hacia el mar y amenazan con provocar una catástrofe ecológica sin precedentes.
Entre tanto, los encargados del operativo de taponamiento de la fuga en el lecho del mar se toparon ayer con un problema técnico en la forma de hidrato de metano, o hielo inflamable. Los ingenieros de BP buscaban afanosamente una solución, luego de que el hidrato de metano frenó el descenso del tapón de 100 toneladas con el que se quiere frenar la fuga. "Estábamos ubicando el domo sobre el origen de la fuga se formó una gran cantidad de hidratos dentro del domo, obligándonos a moverlo a un costado del punto de derrame", dijo un experto. La estructura de cuatro pisos, única esperanza de corto plazo para controlar el derrame, debía redirigir el flujo liberado de crudo casi 1,6 km debajo del agua y, una vez conectado, bombearía el crudo a un tanquero en la superficie. Si el plan fracasa, BP intentará perforar un pozo de alivio, tarea que tomaría unos tres meses.
Peligro latente
Los hidratos de metano, un raspado congelado de hidrocarburos y agua que se forma por las condiciones en la profundidad, comenzó a bloquear la apertura del domo. La enorme cúpula quedó apoyada a 200 metros de la fuente del derrame. Los hidratos son altamente inflamables. Si se derriten de manera descontrolada, pueden enviar una gran cantidad de gas natural a la superficie y potencialmente incendiarse. Paradójicamente, los hidratos de metano son una prometedora fuente de energía futura.
Mientras, las protestas civiles en los Estados afectados por el derrame se multiplican. La pesca en la zona, fuente principal de la economía regional, ha quedado paralizada. (Reuters-AFP-NA)
El festejo de trabajadores y funcionarios de British Petroleum (BP) se desarrollaba en oficinas de la instalación siniestrada hace casi 20 días. Según sus relatos, la explosión fue causada por una burbuja de gas metano que llegó hasta el tubo de perforación. Luego estalló el incendio y desde entonces, unas 70 toneladas de crudo fluyen por día hacia el mar y amenazan con provocar una catástrofe ecológica sin precedentes.
Entre tanto, los encargados del operativo de taponamiento de la fuga en el lecho del mar se toparon ayer con un problema técnico en la forma de hidrato de metano, o hielo inflamable. Los ingenieros de BP buscaban afanosamente una solución, luego de que el hidrato de metano frenó el descenso del tapón de 100 toneladas con el que se quiere frenar la fuga. "Estábamos ubicando el domo sobre el origen de la fuga se formó una gran cantidad de hidratos dentro del domo, obligándonos a moverlo a un costado del punto de derrame", dijo un experto. La estructura de cuatro pisos, única esperanza de corto plazo para controlar el derrame, debía redirigir el flujo liberado de crudo casi 1,6 km debajo del agua y, una vez conectado, bombearía el crudo a un tanquero en la superficie. Si el plan fracasa, BP intentará perforar un pozo de alivio, tarea que tomaría unos tres meses.
Peligro latente
Los hidratos de metano, un raspado congelado de hidrocarburos y agua que se forma por las condiciones en la profundidad, comenzó a bloquear la apertura del domo. La enorme cúpula quedó apoyada a 200 metros de la fuente del derrame. Los hidratos son altamente inflamables. Si se derriten de manera descontrolada, pueden enviar una gran cantidad de gas natural a la superficie y potencialmente incendiarse. Paradójicamente, los hidratos de metano son una prometedora fuente de energía futura.
Mientras, las protestas civiles en los Estados afectados por el derrame se multiplican. La pesca en la zona, fuente principal de la economía regional, ha quedado paralizada. (Reuters-AFP-NA)