18 Abril 2010
"Lo más lindo es reírse de uno mismo"
Miguel del Sel es el alma mater del trío Midachi. Durante 27 años recorrió los escenarios de todo el país arrancando carcajadas a los argentinos con sus imitaciones y sus chistes. En una entrevista con LA GACETA, el humorista criticó a la televisión ("es lo más berreta de los últimos años") y se quejó por la corrupción que impera en el país.
LA GACETA
Miguel del Sel lleva casi 27 años en los escenarios. Junto a Dady Brieva y al Chino Volpato hicieron de Midachi una marca registrada en el humor argentino. El trío está más vigente que nunca y se nota que tiene cuerda para rato.
A pesar de que en julio estrenarán en el Teatro Opera "Midachi Circus", los artistas ya piensan en el retiro cuando cumplan los 30 años; los 30 años en el espectáculo, claro, porque ellos tienen 48, 52 y 53. "Nos hemos ganado un retiro ya: quiero ir a pescar tranquilo o a jugar al fútbol sin preocuparme, o gritar en la cancha sin tener que cuidarme la garganta", le contó a LA GACETA Del Sel, un enamorado de su Santa Fe natal.
En el soleado mediodía del viernes, Del Sel pasó del chiste y la alegría a la bronca; esta última, cuando reflexiona sobre el país o sobre la televisión. "La televisión es muy berreta, de lo peor de los últimos años", afirma. Y cuando habla sobre la Argentina, la palabra corrupción aparece en su discurso una y otra vez.
- Me imagino que siempre te piden chistes en las fiesta familiares...
-Antes era el gracioso del asado, pero ahora dejo que lo hagan los amigos, y yo me pongo en el papel de espectador para poder reirme. Ya no me rompen mucho, porque saben que me quiero divertir yo en primer lugar.
-En el escenario ustedes se divierten, se los ve en esa actitud.
-Sí, nos divertimos muchísimo, porque improvisamos y agregamos cosas que nos van pasando en cada lugar. Si no sería muy rutinario. Alimentamos todas las funciones con cosas distintas, y trabajamos mucho. Me mato de risa con el monólogo de Dady, me río todas las noches, y me parece que lo hace para nosotros, que estamos detrás de la bambalina. Nuestro show arranca carcajadas y en ese sentido le pasamos el trapo a todos en el país. Con los otros la gente se ríe, pero con nosotros son carcajadas. Seguimos llenando los teatros, y hace poco actuamos ante 50.000 personas en Bahía Blanca.
-¿Se les ocurrió algo especial o distinto para el show que dieron en Floresta?
-Sí, claro que sí. Preparamos un especial saludo para el arquitecto que hizo el aeropuerto. Cuando nos bajamos del avión había 200 monos que queríamos orinar; tuvimos que hacer una cola inmensa y nos terminamos meando. Ese arquitecto no terminó la materia "baño en aeropuerto", que debería incluir varios mingitorios. Claro, después nos dijeron que había otro espacio en otro lugar, pero tampoco hay indicaciones.
- ¿De qué se ríen los argentinos?
- De la gorda que pisa la cáscara de banana y se cayó de culo, ja, ja. Nos reímos de todo, pero lo más lindo es reírse de uno mismo. De los recuerdos, de cosas que nos han pasado a todos. Por ejemplo, en el primer viaje en avión, a todos nos pasó lo mismo: un gran cagazo. Mirá, el Negro Alvarez dice una cosa muy cierta: cuando se pasan los 10 años en esta profesión, es porque hay talento, y nosotros llevamos 27.
- El humor político también lo encarás.
-Sí, quiero que la gente no se olvide de Antonini Wilson y crea que era el número 4 de Quilmes dentro de unos años. Hay una corrupción extrema: con la gripe A pararon el país 15 días, y el que vendió alcohol en gel debe estar pasándola rebien en Ibiza, y no te digo nada del que vendió los barbijos... Después nos enteramos de que murieron tres o cuatro, y que la gripe común mató a muchos más. Fue toda una mentira. Creo que con el humor podés denunciar la corrupción que hay.
- Veo que sos una persona informada, que lees...
- Leo los diarios todos los días y me amargo. A mí, me va bien, pero quiero que le vaya así a toda la gente que vive sumida en la pobreza.
- ¿Y a la television, cómo la ves?
- Es muy berreta, de lo peor de los últimos años. Creo que Marcelo Tinelli le ha pifiado con esto del caño, me gustaba el de antes. Con el "Bailando..." casi todo era porno. Creo que no hay programas educativos y de humor. La tele está decadente, y hay una gran falta de respeto.
A pesar de que en julio estrenarán en el Teatro Opera "Midachi Circus", los artistas ya piensan en el retiro cuando cumplan los 30 años; los 30 años en el espectáculo, claro, porque ellos tienen 48, 52 y 53. "Nos hemos ganado un retiro ya: quiero ir a pescar tranquilo o a jugar al fútbol sin preocuparme, o gritar en la cancha sin tener que cuidarme la garganta", le contó a LA GACETA Del Sel, un enamorado de su Santa Fe natal.
En el soleado mediodía del viernes, Del Sel pasó del chiste y la alegría a la bronca; esta última, cuando reflexiona sobre el país o sobre la televisión. "La televisión es muy berreta, de lo peor de los últimos años", afirma. Y cuando habla sobre la Argentina, la palabra corrupción aparece en su discurso una y otra vez.
- Me imagino que siempre te piden chistes en las fiesta familiares...
-Antes era el gracioso del asado, pero ahora dejo que lo hagan los amigos, y yo me pongo en el papel de espectador para poder reirme. Ya no me rompen mucho, porque saben que me quiero divertir yo en primer lugar.
-En el escenario ustedes se divierten, se los ve en esa actitud.
-Sí, nos divertimos muchísimo, porque improvisamos y agregamos cosas que nos van pasando en cada lugar. Si no sería muy rutinario. Alimentamos todas las funciones con cosas distintas, y trabajamos mucho. Me mato de risa con el monólogo de Dady, me río todas las noches, y me parece que lo hace para nosotros, que estamos detrás de la bambalina. Nuestro show arranca carcajadas y en ese sentido le pasamos el trapo a todos en el país. Con los otros la gente se ríe, pero con nosotros son carcajadas. Seguimos llenando los teatros, y hace poco actuamos ante 50.000 personas en Bahía Blanca.
-¿Se les ocurrió algo especial o distinto para el show que dieron en Floresta?
-Sí, claro que sí. Preparamos un especial saludo para el arquitecto que hizo el aeropuerto. Cuando nos bajamos del avión había 200 monos que queríamos orinar; tuvimos que hacer una cola inmensa y nos terminamos meando. Ese arquitecto no terminó la materia "baño en aeropuerto", que debería incluir varios mingitorios. Claro, después nos dijeron que había otro espacio en otro lugar, pero tampoco hay indicaciones.
- ¿De qué se ríen los argentinos?
- De la gorda que pisa la cáscara de banana y se cayó de culo, ja, ja. Nos reímos de todo, pero lo más lindo es reírse de uno mismo. De los recuerdos, de cosas que nos han pasado a todos. Por ejemplo, en el primer viaje en avión, a todos nos pasó lo mismo: un gran cagazo. Mirá, el Negro Alvarez dice una cosa muy cierta: cuando se pasan los 10 años en esta profesión, es porque hay talento, y nosotros llevamos 27.
- El humor político también lo encarás.
-Sí, quiero que la gente no se olvide de Antonini Wilson y crea que era el número 4 de Quilmes dentro de unos años. Hay una corrupción extrema: con la gripe A pararon el país 15 días, y el que vendió alcohol en gel debe estar pasándola rebien en Ibiza, y no te digo nada del que vendió los barbijos... Después nos enteramos de que murieron tres o cuatro, y que la gripe común mató a muchos más. Fue toda una mentira. Creo que con el humor podés denunciar la corrupción que hay.
- Veo que sos una persona informada, que lees...
- Leo los diarios todos los días y me amargo. A mí, me va bien, pero quiero que le vaya así a toda la gente que vive sumida en la pobreza.
- ¿Y a la television, cómo la ves?
- Es muy berreta, de lo peor de los últimos años. Creo que Marcelo Tinelli le ha pifiado con esto del caño, me gustaba el de antes. Con el "Bailando..." casi todo era porno. Creo que no hay programas educativos y de humor. La tele está decadente, y hay una gran falta de respeto.
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