11 Abril 2010
"La tendencia en Tucumán para los próximos años es que las precipitaciones se van a mantener o incrementar. No hay que tenerle miedo a la sequía sino estar preparado para las inundaciones. El cambio climático que se viene no creo que vaya a provocar sequías generalizadas en el mundo: habrá regiones que las padecerán, pero en otras habrá exceso de precipitaciones". Así se expresó ante LA GACETA Alfredo Tineo, doctor en Ciencias Geológicas.
"Las lluvias que se vienen produciendo en los últimos años en la provincia no muestran un descenso sino que, por el contrario, registran un aumento. Si bien el año pasado hubo un período de sequía, no es para alarmarse. Tucumán está preparado para la sequía, si es que se llegara a dar, debido a que tiene excelentes reservorios de agua subterránea para muchos años", agregó.
El especialista indicó que en el faldeo de las sierras de Quilmes, desde El Paso (límite con Catamarca) hasta Colalao del Valle, "hay muy buenos acuíferos. En cambio hay problemas en el faldeo oeste de las Sierras del Aconquija y en las cumbres calchaquíes (el área de Amaicha del Valle)". Destacó que una zona con grandes reservorios es la del faldeo este del Aconquija, o sea la larga franja que se extiende entre Tafí Viejo y La Cocha. Dijo que los expertos denominan a este sector como la Cuenca del río Salí: "no sólo abarca la cuenca hídrica de este curso de agua sino todos los ríos del sur (Lules, Famaillá, Pueblo Viejo, Romano, Seco, Gastona, Medina, Chico, Marapa y San Ignacio) y el San Francisco, que nace en Catamarca. Todos estos cursos de agua desembocan en el embalse de Río Hondo".
Tineo también destacó la importancia de las reservas de agua que existen en el norte tucumano, en el valle Tapia-Trancas, sobre todo en la zona de Benjamín Paz. Y en la cuenca de Burruyacu, en una franja que abarca el sector oriental de la Sierra de La Ramada. "Con frecuencia se dice que el abastecimiento de agua potable es afectado por las sequías. Esto puede suceder cuando las fuentes proveedoras proceden de ríos, arroyos o embalses, ya que sienten con fuerza la escasez. Pero esto no ocurre con las poblaciones que se abastecen con agua subterránea, ya que los pozos no son afectados por las variaciones de las lluvias. Lo que sí se deberían hacer son pozos más profundos y de mayor diámetro para que trabajen bien los equipos de bombeo", remarcó. Sobre el cambio climático, dijo que se deben realizar controles de emisión de gases y de contaminación en general, aunque aclaró que estas modificaciones son una reacción natural de la Tierra.
Tineo indicó que es necesario estar preparados para los cambios ambientales que se avecinan. "Las universidades locales -sostuvo- deben preparar profesionales para estos temas: hoy esa tarea llevaría unos diez años. Son necesarios especialistas en Ingeniería, Biología, Agronomía, Física, Química y Geología. Por ejemplo, en Tucumán casi no se forman meteorólogos y climatólogos que tengan una preparación para los desafíos del futuro".
- 100 litros precisa una persona para lavar un auto mediano.
-80 litros precisa un ama de casa para la limpieza de pisos interiores.
- 80 litros se ocupan para disfrutar de un baño reparador.
- 15 litros descarga con fuerza una mochila.
- 150 litros son necesarios para un agradable baño de inmersión.
- 80 litros se destinan al riego de un jardín.
- 2.000 a 8.000 litros se destinan al llenado de piletas.
- 5 litros se ocupan para la preparación de alimentos.
"Las lluvias que se vienen produciendo en los últimos años en la provincia no muestran un descenso sino que, por el contrario, registran un aumento. Si bien el año pasado hubo un período de sequía, no es para alarmarse. Tucumán está preparado para la sequía, si es que se llegara a dar, debido a que tiene excelentes reservorios de agua subterránea para muchos años", agregó.
El especialista indicó que en el faldeo de las sierras de Quilmes, desde El Paso (límite con Catamarca) hasta Colalao del Valle, "hay muy buenos acuíferos. En cambio hay problemas en el faldeo oeste de las Sierras del Aconquija y en las cumbres calchaquíes (el área de Amaicha del Valle)". Destacó que una zona con grandes reservorios es la del faldeo este del Aconquija, o sea la larga franja que se extiende entre Tafí Viejo y La Cocha. Dijo que los expertos denominan a este sector como la Cuenca del río Salí: "no sólo abarca la cuenca hídrica de este curso de agua sino todos los ríos del sur (Lules, Famaillá, Pueblo Viejo, Romano, Seco, Gastona, Medina, Chico, Marapa y San Ignacio) y el San Francisco, que nace en Catamarca. Todos estos cursos de agua desembocan en el embalse de Río Hondo".
Tineo también destacó la importancia de las reservas de agua que existen en el norte tucumano, en el valle Tapia-Trancas, sobre todo en la zona de Benjamín Paz. Y en la cuenca de Burruyacu, en una franja que abarca el sector oriental de la Sierra de La Ramada. "Con frecuencia se dice que el abastecimiento de agua potable es afectado por las sequías. Esto puede suceder cuando las fuentes proveedoras proceden de ríos, arroyos o embalses, ya que sienten con fuerza la escasez. Pero esto no ocurre con las poblaciones que se abastecen con agua subterránea, ya que los pozos no son afectados por las variaciones de las lluvias. Lo que sí se deberían hacer son pozos más profundos y de mayor diámetro para que trabajen bien los equipos de bombeo", remarcó. Sobre el cambio climático, dijo que se deben realizar controles de emisión de gases y de contaminación en general, aunque aclaró que estas modificaciones son una reacción natural de la Tierra.
Tineo indicó que es necesario estar preparados para los cambios ambientales que se avecinan. "Las universidades locales -sostuvo- deben preparar profesionales para estos temas: hoy esa tarea llevaría unos diez años. Son necesarios especialistas en Ingeniería, Biología, Agronomía, Física, Química y Geología. Por ejemplo, en Tucumán casi no se forman meteorólogos y climatólogos que tengan una preparación para los desafíos del futuro".
- 100 litros precisa una persona para lavar un auto mediano.
-80 litros precisa un ama de casa para la limpieza de pisos interiores.
- 80 litros se ocupan para disfrutar de un baño reparador.
- 15 litros descarga con fuerza una mochila.
- 150 litros son necesarios para un agradable baño de inmersión.
- 80 litros se destinan al riego de un jardín.
- 2.000 a 8.000 litros se destinan al llenado de piletas.
- 5 litros se ocupan para la preparación de alimentos.