Por Fernando García Soto
02 Abril 2010
La controvertida "Mesa de seguimiento de las exportaciones de azúcar" se adjudica como máximo logro de su historia el haber conseguido el tan anhelado equilibrio del mercado interno del azúcar en 2009, año en que se preanunciaba una producción récord del endulzante. El propósito se alcanzó a finales de la campaña, cuando los valores del producto comenzaron a reflejar que se habían ejecutado exportaciones más o menos dentro de lo convenido por los miembros de la mesa. Sin embargo, no hay que restarle mérito a la situación del mercado externo, que en la última temporada registró precios históricos del azúcar, que fueron muy alentadores para exportar. O sea, es mucho más probable que se haya exportado lo suficiente porque convenía vender al exterior, a que se haya conseguido tal objetivo como resultado de las inteligencias de los referentes del sector. De hecho, siempre que se exportó lo que se convenía era porque el mercado internacional era alentador, y no por otra cosa. Lamentablemente, la mesa de seguimiento comenzó ahora a mostrar grietas, porque se debe discutir un tema complejo, como es la participación que cada azucarero -industrial o cañero- tendrá en un negocio para las próximas décadas, como es el de los biocombustibles. Una nueva prueba para determinar si el sector azucarero alcanzó la madurez.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular