27 Marzo 2010
EN ACCION. Manca transita por un sendero. El rural bike se caracteriza por utilizar distinto tipo de caminos.
El cuadro llamó poderosamente la atención cuando concluía la primera fecha del rural bike, en Tafí Viejo. Los que no eran taficeños, no comprendían por qué el lungo de bigotes llegaba con lágrimas en los ojos, mezcladas con las gotas de sudor provocadas por los kilómetros que acababa de recorrer. La escena sumó protagonistas a medida que se anunciaba el arribo de Héctor Manca a bordo de su bicicleta de mountain bike. El llanto del corredor se contagió al público, con el que se fundió en un prolongado abrazo. No fue por un triunfo ni por haber ocupado un lugar en el podio. Nada de eso. Manca lloraba por la satisfacción del deber cumplido.
"Me sometí a un trasplante hepático hace siete años. Durante 15 tuve prohibido andar en bicicleta", empezó Manca a desmenuzar su historia.
Vestido con toda la indumentaria de Villa Mitre, el club de fútbol de sus amores en Tafí Viejo, el mensaje que transmitió el Licenciado en Administración de Empresa fue escuchado atentamente hasta por los hinchas de Talleres, el archirrival. "Quiero que se animen a donar los órganos. Hay 5.500 personas esperando: ¿por qué privarlas de la esperanza de que en algún momento llegará? Donar órganos es un acto muy simple, pero de un amor gigante", señaló Manca, con la voz entrecortada.
El biker debutante se trepó a su "bici", bien diferente a la del resto de los competidores. No importó que careciera de características profesionales: ni cuadro liviano ni frenos a disco. No obstante, cumplió con su cometido.
"No me preparé para esto. Nada de lo mío es mínimanente profesional: los guantes me los compré un día antes, la 'bici' tiene 12 años, el pantalón es un obsequio de Gonzalo Cornejo, que lo usó el día que le ganamos el clásico a Talleres, y la camiseta, que ayudé a diseñar, también me la regalaron. Esto es para la gente de Tafí", enumeró Manca.
Conocedor en eso de afrontar y superar desafíos y obstáculos, Manca no dudó en correr la vuelta grande del rural bike. Pese a tamaño esfuerzo, no le faltó aliento. Un motor muy especial les dio energía a sus piernas. "Subirme a la 'bici' y completar el recorrido fue un homenaje a la memoria de mi donante. No me defino como atleta, esto era un desafío y logré terminar la carrera; espero que sirva de incentivo para algo más", analizó.
El novato biker no confirmó si continuará a bordo de su bicicleta llevando su mensaje. Aunque con su ejemplo, su emoción y sus palabras ya cumplió. Los más de 300 corredores y los cientos de espectadores compartieron su historia y recibieron la enseñanza.
El mismo lo sintió así: "es parecido a lo que le pasó a mi amigo Juan Monge: debutó en Primera con San Martín a los 36 años y marcó un gol. Algo inusual". Manca también gritó un golazo, aunque sobre la "bici"...
"Me sometí a un trasplante hepático hace siete años. Durante 15 tuve prohibido andar en bicicleta", empezó Manca a desmenuzar su historia.
Vestido con toda la indumentaria de Villa Mitre, el club de fútbol de sus amores en Tafí Viejo, el mensaje que transmitió el Licenciado en Administración de Empresa fue escuchado atentamente hasta por los hinchas de Talleres, el archirrival. "Quiero que se animen a donar los órganos. Hay 5.500 personas esperando: ¿por qué privarlas de la esperanza de que en algún momento llegará? Donar órganos es un acto muy simple, pero de un amor gigante", señaló Manca, con la voz entrecortada.
El biker debutante se trepó a su "bici", bien diferente a la del resto de los competidores. No importó que careciera de características profesionales: ni cuadro liviano ni frenos a disco. No obstante, cumplió con su cometido.
"No me preparé para esto. Nada de lo mío es mínimanente profesional: los guantes me los compré un día antes, la 'bici' tiene 12 años, el pantalón es un obsequio de Gonzalo Cornejo, que lo usó el día que le ganamos el clásico a Talleres, y la camiseta, que ayudé a diseñar, también me la regalaron. Esto es para la gente de Tafí", enumeró Manca.
Conocedor en eso de afrontar y superar desafíos y obstáculos, Manca no dudó en correr la vuelta grande del rural bike. Pese a tamaño esfuerzo, no le faltó aliento. Un motor muy especial les dio energía a sus piernas. "Subirme a la 'bici' y completar el recorrido fue un homenaje a la memoria de mi donante. No me defino como atleta, esto era un desafío y logré terminar la carrera; espero que sirva de incentivo para algo más", analizó.
El novato biker no confirmó si continuará a bordo de su bicicleta llevando su mensaje. Aunque con su ejemplo, su emoción y sus palabras ya cumplió. Los más de 300 corredores y los cientos de espectadores compartieron su historia y recibieron la enseñanza.
El mismo lo sintió así: "es parecido a lo que le pasó a mi amigo Juan Monge: debutó en Primera con San Martín a los 36 años y marcó un gol. Algo inusual". Manca también gritó un golazo, aunque sobre la "bici"...