23 Marzo 2010
El fiscal adjunto Ricardo von Buren adelantó que en las próximas horas se llamará a declarar a los inspectores filmados mientras empujaban un auto en Catamarca al 100, luego de que el video difundido en LA GACETA alcanzara notable repercusión. El titular de la fiscalía municipal indicó que también se citará a María José Rodríguez, la vecina que implicada.
Von Buren dijo que se debe profundizar en la investigación para establecer si hubo un delito, y si éste es grave o no. Por el momento -prosiguió- los policías de la Dirección de Tránsito de la capital no fueron separados de su cargo, aunque no se encuentran en las calles, sino que cumplen tareas administrativas.
Consultado sobre el accionar de los varitas, Von Buren aseguró que sí se encuentran autorizados a mover vehículos cuando el objetivo es despejar el tránsito. Empero, aclaró que en este caso se debe determinar si incurrieron en una falta al desplazarlo otra vez hacia la zona prohibida y colocarle el cepo.
Revuelo internacional
El miércoles de la semana pasada, el equipo multimedia de LA GACETA.com halló en YouTube un tape en el que aparecen los dos inspectores sospechosos empujando un auto hasta dejar su parte trasera en la entrada de una cochera privada en Catamarca 165. En la filmación se ve que, luego de correrlo, le colocan un trabarrueda.
El video fue observado por miles de personas y rápidamente trascendió los límites de la provincia. Ese mismo día, apareció en varios de los principales medios del país. Debido a la magnitud del revuelo, la dueña del local frente al que se produjo el hecho, Rodríguez, convocó el viernes siguiente a la prensa para aclarar lo sucedido. Sin embargo, en algunos puntos su versión no se correspondió con la de los municipales.
Según la dueña del local de revestimientos, ella llamó a los varitas para que le colocaran el cepo al coche infractor. Los inspectores, que trataron infructuosamente de esquivar a los medios, afirmaron escuetamente que ellos iban pasando y que la mujer los llamó porque no podía salir del garaje.
La Dirección de Tránsito está seriamente cuestionada por la sociedad. Las coimas que presuntamente cobran algunos inspectores y los operativos para secuestrar motos generan la mayoría de las quejas. LA GACETA ©
Von Buren dijo que se debe profundizar en la investigación para establecer si hubo un delito, y si éste es grave o no. Por el momento -prosiguió- los policías de la Dirección de Tránsito de la capital no fueron separados de su cargo, aunque no se encuentran en las calles, sino que cumplen tareas administrativas.
Consultado sobre el accionar de los varitas, Von Buren aseguró que sí se encuentran autorizados a mover vehículos cuando el objetivo es despejar el tránsito. Empero, aclaró que en este caso se debe determinar si incurrieron en una falta al desplazarlo otra vez hacia la zona prohibida y colocarle el cepo.
Revuelo internacional
El miércoles de la semana pasada, el equipo multimedia de LA GACETA.com halló en YouTube un tape en el que aparecen los dos inspectores sospechosos empujando un auto hasta dejar su parte trasera en la entrada de una cochera privada en Catamarca 165. En la filmación se ve que, luego de correrlo, le colocan un trabarrueda.
El video fue observado por miles de personas y rápidamente trascendió los límites de la provincia. Ese mismo día, apareció en varios de los principales medios del país. Debido a la magnitud del revuelo, la dueña del local frente al que se produjo el hecho, Rodríguez, convocó el viernes siguiente a la prensa para aclarar lo sucedido. Sin embargo, en algunos puntos su versión no se correspondió con la de los municipales.
Según la dueña del local de revestimientos, ella llamó a los varitas para que le colocaran el cepo al coche infractor. Los inspectores, que trataron infructuosamente de esquivar a los medios, afirmaron escuetamente que ellos iban pasando y que la mujer los llamó porque no podía salir del garaje.
La Dirección de Tránsito está seriamente cuestionada por la sociedad. Las coimas que presuntamente cobran algunos inspectores y los operativos para secuestrar motos generan la mayoría de las quejas. LA GACETA ©
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