Una multitud dolida exigió justicia por la muerte de los dos jóvenes de Baradero

BARADERO, Buenos Aires.- En medio del llanto y escenas de dolor una multitud despidió los restos de los adolescentes que murieron el domingo luego de que una camioneta de la Municipalidad chocara contra la moto en la que viajaban, aparentemente luego de perseguirlos por una supuesta infracción de tránsito.
El intendente, Aldo Carossi, decretó 72 horas de duelo  y solicitó que todas las instituciones públicas izaran su bandera a media asta. Sin embargo, el funcionario dijo que se había tratado de un hecho fortuito. Ayer el fiscal Marcelo Manso tomó declaración a 20 testigos que, en su mayoría, se inclinaron en principio más por la versión de un accidente de tránsito que por la de una persecución.
A raíz del incidente, que derivó en una pueblada protagonizada por los iracundos vecinos, el jefe de la policía comunal de Baradero, el comisario Oscar Gómez, presentó su renuncia al titular de la Jefatura Departamental San Nicolás, comisario Hugo Prado. La dimisión fue aprobada por las autoridades provinciales del ministerio de Seguridad y Gómez fue relevado de su cargo. El titular de la seccional de esa ciudad, Raúl Franzoia, fue retirado provisoriamente de ese puesto. Debido al clima de tensión el jefe de los inspectores de tránsito, Pablo Scarfoni, también renunció a su cargo, asegurando que el gabinete de  Carossi debe "oxigenarse".
En la madrugada del domingo, Miguel Portugal y Giuliana Giménez, de 16 años, regresaban de una fiesta en una motocicleta cuando fueron chocados por una camioneta Ford 100 de la municipalidad. Según la declaración del agente de tránsito que conducía el vehículo, los jóvenes no llevaban casco, por lo que habían iniciado una persecución para interceptarlos y multarlos. Testigos que presenciaron el hecho relataron que los inspectores se subieron a la camioneta y al llegar a la esquina de calles Gallo y Belgrano impactaron contra la motocicleta. La joven salió despedida y dio contra el cordón. Falleció en el acto. El muchacho murió minutos después. Luego del episodio familiares y amigos de las víctimas se dirigieron enardecidos hacia la Municipalidad. Allí prendieron fuego el vehículo de los inspectores y apedrearon el edificio, que quedó destrozado. La vivienda de uno de los agentes de tránsito también fue atacada.
Giuliana y Miguel eran compañeros de grado. Pero según la mamá del adolescente eran más que amigos. "Estaban juntos desde que tenían 12 años", aseguró Margarita. El joven era fanático de la cumbia y del fútbol. La moto había sido un regalo de su madre, que le había prometido que cuando cumpliera los 17, el próximo 19 de mayo la cambiaría por un modelo más moderno.
El velatorio se realizó en la escuela técnica a la que ambos asistían. Luego del acompañamiento  al cementerio, los familiares de los jóvenes marcharon para pedir justicia. La convocatoria fue multitudinaria: unas 2.000 personas se dieron cita en la plaza. El silencio fue quebrado por momentos por el llanto desgarrador de los familiares. "No voy a parar hasta que se sepa qué pasó", exclamó conmovido Hugo Portugal, el padre del chico. Margarita, desconsolada, gritaba "se me fue el gordo, el amor de mi vida".

Infiltrados
El gobernador Daniel Scioli, advirtió que durante la pueblada originada el domingo  hubo infiltrados que aprovecharon la situación para llevar adelante violentas agitaciones políticas.
El mandatario bonaerense  declaró: "he visto con claridad cómo siempre las miserias de agitadores políticos se expresan aprovechando el dolor, la buena fe e indignación de la gente".
El gobernador indicó que se están realizando las pericias necesarias para determinar cuáles fueron las causas por las que se produjo el siniestro. El mandatario aseguró que el punto fundamental del caso será establecer, mediante la actuación de la Justicia, si luego del accidente se cometió o no el delito de abandono de persona, que según el código penal equivale a una pena de cinco a 10 años para el que lo cometa. "Si hubo abandono es una cosa imperdonable", dijo Scioli, según informó la Gobernación bonaerense en un comunicado. Sobre los graves incidentes que se produjeron en la tarde del domingo, el gobernador expresó que hubo algunos violentos, infiltrados y agitadores políticos que aprovecharon la pueblada para ocasionar destrozos.
"Baradero es una comunidad de muy buena gente, muy emprendedora y trabajadora, que quiere la paz social. Estoy seguro de que el intendente va a actuar con la firmeza del caso una vez que tenga la información precisa de todo esto, en cuanto a los reclamos de pronta justicia que hay por parte de los familiares y los amigos de las jóvenes víctimas", concluyó el mandatario.
Al respecto Carossi, aseguró  que ejercerá su derecho a defensa ante la comisión investigadora, conformada por el Concejo Deliberante. Dijo que fue él quien sugirió a los ediles conformar la comisión para deslindar responsabilidades y solucionar esta contienda. El Concejo Deliberante se reunió anoche en forma extraordinaria para analizar la situación política y social en Baradero. Carossi justificó los operativos de tránsito, cuestionados por los vecinos por su severidad y, en algunos casos, violencia. "Tenemos la obligación de hacer cumplir las normas de tránsito en protección de los ciudadanos", comentó. Al respecto, Carossi admitió que los encargados de las inspecciones de tránsitos no eran profesionales en seguridad vial, sino "gente con preparación administrativa". (DyN-Télam-Especial)