La prueba de los siete días en un infierno

La prueba de los siete días en un infierno

Análisis. Por Graciela Almendras - Agencia AFP-NA.

19 Marzo 2010
SANTIAGO.- El presidente Sebastián Piñera, que en una semana en el poder ha tenido que paliar las consecuencias de tres sismos, un tsunami y un apagón generalizado, ha confirmado su imagen de hombre "todo terreno" visitando las zonas más devastadas por el sismo y maremoto de febrero. La era Piñera comenzó el 11, en una toma de posesión que se realizó bajo alerta de tsunami y fuertes réplicas que sacudieron al Congreso de Valparaíso pocos minutos antes de la ceremonia.
Ese día canceló varias de sus actividades protocolares y partió de urgencia a las ciudades de Rancagua y Constitución, para evaluar las medidas de reconstrucción del país. Más tarde recorrió las zonas devastadas junto con algunos de sus ministros, todos identificados con chaquetas rojas. La noche del domingo, un extenso apagón que afectó el país, incluido Santiago. Fue una prueba de fuego, pero resistió. No obstante, el analista Patricio Navia advirtió: "el presidente debe ser reflexivo y trabajar en equipo, y también debe manejar sus tiempos. Tuvo buen inicio, pero debe moderar el ritmo para resistir bien los cuatro años".
Entre tanto, las deficiencias estructurales comienzan a ser evidentes. Se espera cambios y la designación de más autoridades. El gobierno ya debe empezar a tomar forma.

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