El veloz proceso del mestizaje

El veloz proceso del mestizaje

Una abigarrada paleta.

UN GAUCHO NIÑO. El gaucho se originó en los núcleos rurales de mestizos. Juan Leon Palliere pintó este óleo, en 1860. UN GAUCHO NIÑO. El gaucho se originó en los núcleos rurales de mestizos. Juan Leon Palliere pintó este óleo, en 1860.
18 Marzo 2010
Desde el momento en que los españoles tocaron suelo americano, ocurrieron las previsibles uniones con mujeres indígenas. La cuantía de aquellas determinó que empezaran a proliferar los hijos mestizos y, al arribar los esclavos, los mulatos. Los historiadores Tau Anzoátegui y Martiré apuntan que muchas de las uniones español-india "fueron ocasionales, otras se prolongaron en el tiempo y en el afecto bajo las forma de concubinato o amancebamiento, y algunas cristalizaron en la celebración del matrimonio". Sabido es que hubo casos, en la historia americana, de mestizos que llegaron a altos rangos, como Diego de Almagro o el Inca Garcilaso. La Corona autorizaba las nupcias de español e indígena, pero no las fomentaba. Y en cuanto al amancebamiento con indias, aunque lo vedaba la ley, se difundió por las trabas sociales que dificultaban el vínculo regular.
Escribe Salvador de Madariaga que el mestizaje reconocía "una abigarrada paleta" donde había un nombre para designar cada mezcla, "sobre todo aquellas que marcaban peldaños sucesivos en la escala montante hacia lo blanco. Mulato (español y negro), tercerón (mulato y blanco), cuarterón (tercerón y blanco), quinterón (cuarterón y blanco)".
En la gobernación del Tucumán, señalan los estudiosos que los mestizos -a diferencia de lo que ocurría en el Plata- quedaron "más asimilados a la tribu que a la estructura social española". Francisco de Aguirre, el fundador de Santiago del Estero, aparte de los hijos que tuvo con su cónyuge española, procreó más de 50 varones mestizos. Se le atribuye la frase de que "se hace más servicio a Dios en crear hijos mestizos, que el pecado que con  ello se comete".
El proceso de mestizaje continuó durante los siglos XVII y XVIII: los mestizos aumentaron singularmente en las ciudades y en las campañas, a tiempo que la población indígena disminuía, dicen Tau Anzoátegui y Martiré. El auge económico virreinal, en el último cuarto del XVIII, trajo una nueva corriente inmigratoria desde España. "A su vez, por entonces, en Buenos Aires y el Litoral empezaron a formarse importantes núcleos rurales de mestizos, a los que desde el fin del siglo se designó con el nombre de gauchos, vocablo que adquiriría luego gran repercusión".

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