El título no garantiza una salida laboral para los jóvenes argentinos

El título no garantiza una salida laboral para los jóvenes argentinos

Los bajos salarios ha generado una suerte de desplazamiento de profesionales hacia otros países europeos. Casos. Por Marcela Mule Gatto - Consultora y Psicóloga Organizacional argentina que reside desde hace años en Barcelona.

ESE BENDITO TRABAJO. A los desocupados puede llevarle más de un año y medio conseguir un empleo en España. ARCHIVO ESE BENDITO TRABAJO. A los desocupados puede llevarle más de un año y medio conseguir un empleo en España. ARCHIVO
14 Marzo 2010
BARCELONA.- La situación crítica por la que está atravesando España ha llevado a que la mayoría de las empresas se vea obligada a reducir personal. Así, ha habido ERE’s (expedientes de regulación de empleo) tanto en lo que hace a empresas nacionales como multinacionales.

La cifra actual de paro ronda los cuatro millones de personas, que se encuentran literalmente "pilladas", ya que las buenas condiciones económicas de años anteriores, así como la falta de escucha a nivel masivo sobre una supuesta crisis por venir, hicieron que se embarcaran en grandes operaciones (compra de fincas, pisos, etc.). Ahora, en el paro, se encuentran ante la situación de imposibilidad de venta de sus propiedades (por la crisis del sector inmobiliario) y así de retorno de la inversión realizada, a la vez que han perdido sus empleos y los bancos se resisten a conceder créditos que puedan ayudar a campear la situación crítica por la que atraviesan.

Ello ha llevado que, a nivel general, se produzca un desplazamiento en lo que hace a la mano de obra, tanto cualificada como a nivel operativo. Así, los profesionales españoles en paro han tenido que tomar decisiones en lo que a su futuro laboral se refiere.

Muchos de ellos se han marchado a trabajar al extranjero, como sucede con los médicos, ya que Inglaterra, Francia e, incluso, Portugal, pagan mejores salarios que España. Así se ha producido un déficit de profesionales en este sector y, por ello, han venido aquí muchos, sobre todo de países centroamericanos, que aceptan trabajar por salarios bajos y contratos basura a cambio de conseguir una cierta estabilidad a nivel laboral.

Otros, en cambio, han optado por decantarse hacia puestos de trabajo que antes no resultaban atractivos para la gente de aquí y que daban lugar a la absorción de una buena parte de la inmigración, sobre todo en lo que hace a puestos de bajo nivel de cualificación (trabajo en el campo, restauración, hostelería…). Ello ha supuesto que las plazas para inmigrantes son cada vez más bajas ya que, progresivamente, han ido siendo ocupadas por una buena parte de los de aquí, como un intento por parte del gobierno de conseguir bajar la tasa de paro, a través de las empresas privadas y, sobre todo, de la administración pública.

Se trata, pues, de un problema generalizado, que afecta no sólo a argentinos, sino a la inmigración en general, sobre todo a los "sin papeles", que cada vez son más ya que la administración está poniendo cada vez más obstáculos para regularizar su situación.

En el caso de los argentinos, los que llegan aquí son personal cualificado, con formaciones equivalentes a aquellos autóctonos que están saliendo actualmente de las empresas y, por ello, es que no consiguen el empleo que vinieron a buscar. En lo que hace a los médicos, la tasa de necesidad ya ha sido prácticamente absorbida, con lo cual también en este sector se ha producido una ralentización importante en la contratación. Las cosas no están fáciles, ni para los de aquí ni para los que vienen. Si tenemos en cuenta que antes de entrar en la crisis, el tiempo medio para conseguir un empleo estaba en torno a los cinco meses de búsqueda y que ahora se trata de un año y medio, pues el tema se vuelve doblemente difícil para las personas que vienen de fuera, ya que sus ahorros limitados y la pérdida del poder adquisitivo que se genera por el desfase de la moneda, hacen que no puedan resistir tanto tiempo alquilando un piso y viviendo aquí sin recibir una contraprestación a cambio. (Especial para LA GACETA)

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