11 Marzo 2010
EMOCIONADA. La mandataria saliente dijo que la entristece el dolor de la gente después del terremoto. REUTERS
SANTIAGO DE CHILE, Chile.- La presidenta saliente de Chile, Michelle Bachelet, confesó hoy que abandonó con tristeza el poder, debido al terremoto de 8,8 grados de magnitud que azotó su país el 27 de febrero pasado. "Voy a salir triste por el dolor de nuestra gente, pero también con la frente en alto, satisfecha por lo que hemos logrado", expresó la mandataria más querida en la historia local.
Al dejar el palacio presidencial de La Moneda, previo a la ceremonia de cambio de mando, Bachelet se despidió emocionada de sus colaboradores, quienes le brindaron loas y aplausos. "Hace cuatro años ingresé por la puerta que está a sus espaldas y venía rodeada de niños pequeños que simbolizaban que conmigo entraban los ciudadano. Ahora voy a salir por la puerta grande", les dijo.
Cerca de las lágrimas, la ahora ex jefa de Estado agregó que dejó el Gobierno tranquila. "Hemos puesto nuestro mayor empeño en hacer las cosas bien. Me voy, por sobre todas las cosas, orgullosa del país que somos", recalcó y enrumbó hacia la puerta de salida, donde la guardia de palacio la saludó como presidenta por última vez.
Un par de horas más tarde, en la sede del Congreso, en el Puerto de Valparaíso, Bachelet se despidió con un pañuelo blanco de las miles de personas que coreaban su nombre. Ingresó a la sede del Poder Legislativo, donde sus partidarios le gritaban "¡Michelle, Michelle!", cedió la banda presidencial a su sucesor, Sebastián Piñera, y volvió a salir en medio de aplausos.
Bachelet deja el poder con una popularidad del 84 %, pensando en volver a la presidencia en 2014, por ahora sin grandes rivales en el horizonte. (DPA)
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