05 Marzo 2010
DESPUES DE LA TRAGEDIA. El "Louis Majesty", en el puerto de Barcelona. REUTER
MADRID/BARCELONA.- Comenzó como un viaje de ensueño, pero terminó en pesadilla. Los pasajeros del crucero "Louis Majesty" vivieron una experiencia digna de una película de catástrofe: varias olas gigantes de hasta ocho metros de altura golpearon el enorme buque frente a la costa de España y causaron dos muertos y una veintena de heridos; uno de ellos está muy grave.
Tras este incidente ocurrido el miércoles, el barco, de 207 metros de eslora y perteneciente a la naviera grecochipriota Louis Cruise Line, tuvo que atracar en el puerto de Barcelona.
"Al principio, el espectáculo de la mar embravecida resultó ser literalmente extasiante. Las olas golpeaban el casco cada vez con más fuerza, sobre todo por el lado de proa", relató Renée Melms, una decoradora de interiores alemana que iba a bordo del crucero junto con otros 1.350 turistas y 580 tripulantes.
Pero lo peor estaba aún por venir. Alrededor de las 15.30, cuando el "Louis Majesty" se encontraba en el Golfo de León, a unas 25 millas náuticas del cabo de Begur y cerca de la ciudad de Gerona, tres enormes olas embistieron el barco con tal fuerza que rompieron los ventanales de un salón ubicado en la cubierta cinco.
En el lugar había en ese momento unas 70 personas. La primera ola reventó los cristales; la segunda hizo que el salón se llenara de agua, arrastrando a los turistas, y la tercera finalmente arrancó el revestimiento del techo, que cayó encima de las víctimas.
Dos de ellas (un alemán de 69 años y un italiano de 52) perdieron la vida. Una mujer eslovena de 64 años fue internada en grave estado en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona, donde los médicos atendieron, además, a un hombre de 59 años de la misma nacionalidad. Otra mujer, de 62 años, se fracturó ambas piernas.
"El salón se llenó de agua en un santiamén, arrastró a la gente y tumbó también los muebles", relató Melms. "Varias personas sufrieron cortes por los cristales rotos", agregó esta pasajera. "Por los altavoces, la tripulación pedía en varios idiomas que acudieron médicos", recordó.
El buque realizaba una travesía de 12 días por la costa de Marruecos, por las islas Canarias y por la costa mediterránea española. Si bien la zona donde ocurrió el accidente es considerada una de las más peligrosas del Mediterráneo y que había pronóstico de tormenta, no es normal que se formen allí olas de tal envergadura, señalaron expertos. (DPA-AFP-NA)
Tras este incidente ocurrido el miércoles, el barco, de 207 metros de eslora y perteneciente a la naviera grecochipriota Louis Cruise Line, tuvo que atracar en el puerto de Barcelona.
"Al principio, el espectáculo de la mar embravecida resultó ser literalmente extasiante. Las olas golpeaban el casco cada vez con más fuerza, sobre todo por el lado de proa", relató Renée Melms, una decoradora de interiores alemana que iba a bordo del crucero junto con otros 1.350 turistas y 580 tripulantes.
Pero lo peor estaba aún por venir. Alrededor de las 15.30, cuando el "Louis Majesty" se encontraba en el Golfo de León, a unas 25 millas náuticas del cabo de Begur y cerca de la ciudad de Gerona, tres enormes olas embistieron el barco con tal fuerza que rompieron los ventanales de un salón ubicado en la cubierta cinco.
En el lugar había en ese momento unas 70 personas. La primera ola reventó los cristales; la segunda hizo que el salón se llenara de agua, arrastrando a los turistas, y la tercera finalmente arrancó el revestimiento del techo, que cayó encima de las víctimas.
Dos de ellas (un alemán de 69 años y un italiano de 52) perdieron la vida. Una mujer eslovena de 64 años fue internada en grave estado en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona, donde los médicos atendieron, además, a un hombre de 59 años de la misma nacionalidad. Otra mujer, de 62 años, se fracturó ambas piernas.
"El salón se llenó de agua en un santiamén, arrastró a la gente y tumbó también los muebles", relató Melms. "Varias personas sufrieron cortes por los cristales rotos", agregó esta pasajera. "Por los altavoces, la tripulación pedía en varios idiomas que acudieron médicos", recordó.
El buque realizaba una travesía de 12 días por la costa de Marruecos, por las islas Canarias y por la costa mediterránea española. Si bien la zona donde ocurrió el accidente es considerada una de las más peligrosas del Mediterráneo y que había pronóstico de tormenta, no es normal que se formen allí olas de tal envergadura, señalaron expertos. (DPA-AFP-NA)
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