Un mensaje con la mirada puesta en 2020

Pocas menciones a la inseguridad, una de las cuestiones más sensibles para la población, y muchos párrafos dedicados a los lineamientos de gestión para los próximos 10 años. La apertura de sesiones ordinarias en la Legislatura no será atípica sólo por la ausencia forzada del gobernador, José Alperovich, sino también por el tenor de la rendición de cuentas que hará el Poder Ejecutivo.

A raíz de la cirugía a la que fue sometido el viernes el mandatario en Buenos Aires (ver "Alperovich volvería..."), la lectura del discurso estará a cargo del presidente subrogante de la Cámara, el monterizo Regino Amado. Este hecho también presenta una curiosidad, ya que ante la ausencia de Alperovich, el reemplazante natural debería ser el vicegobernador, Juan Manzur. Sin embargo, este se encuentra de licencia mientras dure su función al frente del Ministerio de Salud de la Nación.

Otro rasgo distintivo del alperovichismo se verá alterado hoy: la tradicional caminata en medio de militantes desde Casa de Gobierno al recinto de Rivadavia 25 será suprimida. Amado será buscado por una comisión de legisladores y, en auto, se dirigirá a la Cámara. Alrededor de las 11, pronunciará el discurso en lugar de Alperovich.

En el texto, el Gobierno se preocupó por dejar en claro cuáles son los logros de esta gestión, tanto en el primer como en el segundo mandato. Las menciones estadísticas sobre las mejoras en los indicadores sociales (salud, educación, mortalidad infantil, desocupación, entre otros) ocuparán buena parte de la alocución. De hecho, a lo largo de las páginas el Poder Ejecutivo intentará contagiar de optimismo a la sociedad, con menciones puntuales al final de la crisis económica de 2009 y al inicio de un nuevo período de crecimiento en el país y en Tucumán.

Precisamente, una cuestión que en el Gobierno destacan es la baja en los índices de desempleo: según las mediciones oficiales, por debajo de los dos dígitos.

Como lo viene repitiendo Alperovich desde la sanción de la ley en el Congreso de la Nación, el Gobierno apuesta fuerte a los biocombustibles y al impacto que esta producción pueda tener en la economía local. Según las previsiones, la venta de nafta mezclada con etanol dejará inicialmente $ 300 millones en la provincia.

Reactivación

Luego de superada la crisis, en el alperovichismo aseguran que se reactivará la obra pública, uno de los pilares en los que se sustentó este Gobierno desde 2003.

Esto, según entiende el PE, está íntimamente ligado a la política de inclusión social, como por ejemplo la implementación del programa de cooperativas "Argentina Trabaja", que generó ingresos por $ 1.200 mensuales a unos 15.000 tucumanos desocupados. También, otro elemento del que se jacta el oficialismo es la reducción a la mitad del número de comedores infantiles en la provincia.

Como ocurrió en años anteriores, el discurso seguirá tres ejes temáticos: salud, educación y obras de saneamiento básico. El Gobierno está convencido de que la inversión concretada en estas dos áreas es histórica: el presupuesto de educación, por ejemplo, abarca el 30% de los gastos generales del Estado e insume más del 50% de la planilla salarial.

Con la mirada puesta en los próximos años, el Poder Ejecutivo se comprometerá públicamente hoy ante el Poder Legislativo a desendeudar a la Provincia en 2020. Puntualmente, las proyecciones se basan en que, mientras en 2003 la deuda pública era tres veces superior al presupuesto, hoy sólo alcanza el 67%.

Quizás lo que mayor sorpresa genere entre los parlamentarios que escucharán al gobernador interino Amado sea la descripción de los lineamientos estratégicos de la gestión para los próximos 10 años. Este plan integral, concretado sobre la base de un programa de Naciones Unidas, fue diseñado luego de un amplio debate entre funcionarios y referentes de todos los factores que componen la sociedad. De hecho, las propuestas fueron discutidas por más de 80 mesas de gestión local.

En ese compendio de políticas figuran los objetivos en salud, educación, obras públicas, desarrollo productivo, pobreza, mortalidad infantil, escolaridad, empleo, infraestructura de caminos y energía, entre otros. Además, presenta un compromiso inédito para un Gobierno: para 2020 la financiación estatal dedicada a la innovación tecnológica en el sector privado debe crecer en un 50%.