28 Febrero 2010
INTERMEDIARIO. El docente debe conocer los códigos de sus alumnos. LA GACETA / ARCHIVO
El docente no será más respetado porque sus alumnos lo traten de usted. La reflexión pertenece a Silvia Sardi y María Laura Canigia, profesoras en Letras y técnicas de la Dirección de Enseñanza Técnico-Pedagógica del Ministerio de Educación de Tucumán. Las especialistas coinciden: "el tuteo no tiene la connotación de una falta de respeto y probablemente ayude en el proceso de aprendizaje. Es el discurso del conocimiento el que construye la autoridad en el aula".
Las expertas reciben a LA GACETA en una oficina de la Dirección. Entre ellas existe un entendimiento sin fisuras. Comparten la terminología y sonríen con algunas preguntas: Canigia se explaya mientras que Sardi redondea las ideas. El equipo funciona con una sincronización envidiable. Entre líneas se advierte que debaten sobre la lengua de manera cotidiana.
- ¿Cómo debe ser moldeada la relación entre docente y alumno desde la perspectiva de la palabra?
- Sardi: el habla del profesor es la primera marca del vínculo. El discurso que levanta la autoestima del chico permite un acercamiento distinto a aquel que amonesta al alumno y le da a entender que no puede. Nosotras estamos seguras de que sí puede.
- ¿Qué posición le corresponde desempeñar a la escuela frente a los códigos de las nuevas generaciones?
- Canigia: como instancia democratizadora, la escuela debe mostrar las distintas opciones en el uso del lenguaje. El enfoque de la lengua tiene que buscar que el alumno sea una persona libre. Es decir, que su mensaje llegue al otro de una manera eficaz.
- ¿Hay que enseñar a los estudiantes a distinguir cuál es la forma de expresión adecuada según la circunstancia?
- Canigia: el hablante y escritor competente sabe en qué momento debe usar determinado registro. En el mensaje de texto, por ejemplo, es apropiado abreviar las palabras. Esa plataforma lo permite. Pero otros soportes exigen otras formas. El lenguaje oral funciona igual: uno se expresa de un modo en una reunión de trabajo y de otro cuando comparte una conversación privada con un colega. No está mal: la situación habilita a hablar de esa manera.
- Sardi: también hay que enseñar a los alumnos que el cambio de registro depende de ellos, de su decisión. Entiendo que el docente tiene la responsabilidad de ingresar en los códigos de los chicos para conocerlos y poder analizar con ellos las diversas situaciones de comunicación.
- Algunos adultos se resisten a comprender a los adolescentes y jóvenes, mientras que otros optan por adoptar sus códigos... ¿Cuál es la postura correcta?
- Canigia: históricamente los cambios han obligado a repensar las cosas. Los chicos llegan al aula con la segunda piel de los medios de comunicación y de las tecnologías de la información. Es necesario abordar estos fenómenos. Y el docente debe ubicarse en el lugar de la mediación: ni en un extremo ni en el otro. El ideal es el profesor que acompaña; no se puede invisibilizar la realidad ni tampoco trabajar sólo en ese sentido.
- Sardi: la comunidad, padres incluidos, debe implicarse en la definición del perfil del alumno. Los cambios nos comprometen a todos.
- ¿Por qué la falta de ortografía ya no se reprocha tanto como antes?
- Sardi: la ortografía se debe enseñar de manera integrada con la lectura, con la producción y con la reflexión acerca del uso de la lengua.
- Canigia: la escritura es restrictiva y no es que no importe la ortografía. La ortografía es importante: uno no puede escribir como quiera. La escuela debe enseñar las restricciones. Pero sí han cambiado los abordajes y las estrategias relacionadas con la escritura. Hay que pensar para qué sirve repetir una palabra o preguntarse si es verdad que queda registrada en el diccionario mental. No sé si es un método efectivo. Quizá haya que meditar más en el proceso de producción del texto y no en tratar a la ortografía como un asunto aislado.
Recursos para hablantes inquietos
- "Ciberdiscurso" juvenil.- La investigadora tucumana María Gabriela Palazzo reflexiona sobre el lenguaje de los jóvenes y las nuevas tecnologías en el trabajo en "El ciberdiscurso juvenil: representaciones sociales del desconcierto, la censura y la aceptación". El documento, que propone una categoría de análisis específica para el tema, está disponible en el vínculo www.ucm.es/info/especulo/numero41/ciberdis.
- Acentos perdidos.- La iniciativa "Acentos perdidos" pretende hacer un inventario de los acentos y letras mal colocados en cualquier cartel escrito en castellano. El proyecto del español Pablo Zulaica Parra tiene una bitácora especial para Argentina: acentosperdidosargentina.blogspot.com.
- "La duda melódica".- La lengua puede ser un pasatiempo fascinante. El escritor venezolano Luis Barrera Linares juega a dudar sobre el idioma (pero también la literatura y otros desvaríos, como él mismo admite) en el "blog" barreralinares.blogspot.com.
- Eres lo que escribes.- Este otro "blog" colectivo invita a los usuarios en línea a tomar conciencia sobre la necesidad de cuidar el empleo del idioma castellano en la "blogósfera": escribesinfaltas.blogspot.com.
Las expertas reciben a LA GACETA en una oficina de la Dirección. Entre ellas existe un entendimiento sin fisuras. Comparten la terminología y sonríen con algunas preguntas: Canigia se explaya mientras que Sardi redondea las ideas. El equipo funciona con una sincronización envidiable. Entre líneas se advierte que debaten sobre la lengua de manera cotidiana.
- ¿Cómo debe ser moldeada la relación entre docente y alumno desde la perspectiva de la palabra?
- Sardi: el habla del profesor es la primera marca del vínculo. El discurso que levanta la autoestima del chico permite un acercamiento distinto a aquel que amonesta al alumno y le da a entender que no puede. Nosotras estamos seguras de que sí puede.
- ¿Qué posición le corresponde desempeñar a la escuela frente a los códigos de las nuevas generaciones?
- Canigia: como instancia democratizadora, la escuela debe mostrar las distintas opciones en el uso del lenguaje. El enfoque de la lengua tiene que buscar que el alumno sea una persona libre. Es decir, que su mensaje llegue al otro de una manera eficaz.
- ¿Hay que enseñar a los estudiantes a distinguir cuál es la forma de expresión adecuada según la circunstancia?
- Canigia: el hablante y escritor competente sabe en qué momento debe usar determinado registro. En el mensaje de texto, por ejemplo, es apropiado abreviar las palabras. Esa plataforma lo permite. Pero otros soportes exigen otras formas. El lenguaje oral funciona igual: uno se expresa de un modo en una reunión de trabajo y de otro cuando comparte una conversación privada con un colega. No está mal: la situación habilita a hablar de esa manera.
- Sardi: también hay que enseñar a los alumnos que el cambio de registro depende de ellos, de su decisión. Entiendo que el docente tiene la responsabilidad de ingresar en los códigos de los chicos para conocerlos y poder analizar con ellos las diversas situaciones de comunicación.
- Algunos adultos se resisten a comprender a los adolescentes y jóvenes, mientras que otros optan por adoptar sus códigos... ¿Cuál es la postura correcta?
- Canigia: históricamente los cambios han obligado a repensar las cosas. Los chicos llegan al aula con la segunda piel de los medios de comunicación y de las tecnologías de la información. Es necesario abordar estos fenómenos. Y el docente debe ubicarse en el lugar de la mediación: ni en un extremo ni en el otro. El ideal es el profesor que acompaña; no se puede invisibilizar la realidad ni tampoco trabajar sólo en ese sentido.
- Sardi: la comunidad, padres incluidos, debe implicarse en la definición del perfil del alumno. Los cambios nos comprometen a todos.
- ¿Por qué la falta de ortografía ya no se reprocha tanto como antes?
- Sardi: la ortografía se debe enseñar de manera integrada con la lectura, con la producción y con la reflexión acerca del uso de la lengua.
- Canigia: la escritura es restrictiva y no es que no importe la ortografía. La ortografía es importante: uno no puede escribir como quiera. La escuela debe enseñar las restricciones. Pero sí han cambiado los abordajes y las estrategias relacionadas con la escritura. Hay que pensar para qué sirve repetir una palabra o preguntarse si es verdad que queda registrada en el diccionario mental. No sé si es un método efectivo. Quizá haya que meditar más en el proceso de producción del texto y no en tratar a la ortografía como un asunto aislado.
Recursos para hablantes inquietos
- "Ciberdiscurso" juvenil.- La investigadora tucumana María Gabriela Palazzo reflexiona sobre el lenguaje de los jóvenes y las nuevas tecnologías en el trabajo en "El ciberdiscurso juvenil: representaciones sociales del desconcierto, la censura y la aceptación". El documento, que propone una categoría de análisis específica para el tema, está disponible en el vínculo www.ucm.es/info/especulo/numero41/ciberdis.
- Acentos perdidos.- La iniciativa "Acentos perdidos" pretende hacer un inventario de los acentos y letras mal colocados en cualquier cartel escrito en castellano. El proyecto del español Pablo Zulaica Parra tiene una bitácora especial para Argentina: acentosperdidosargentina.blogspot.com.
- "La duda melódica".- La lengua puede ser un pasatiempo fascinante. El escritor venezolano Luis Barrera Linares juega a dudar sobre el idioma (pero también la literatura y otros desvaríos, como él mismo admite) en el "blog" barreralinares.blogspot.com.
- Eres lo que escribes.- Este otro "blog" colectivo invita a los usuarios en línea a tomar conciencia sobre la necesidad de cuidar el empleo del idioma castellano en la "blogósfera": escribesinfaltas.blogspot.com.
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