27 Febrero 2010
BUENOS AIRES.- El ex oficial de la marina Jorge "El tigre" Acosta, sometido a juicio oral por delitos de lesa humanidad en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar, afirmó que el periodista Rodolfo Walsh "se suicidó". Sostuvo que sólo de esa manera se puede interpretar que Walsh, a quien calificó como "un importantísimo miembro de la organización Montoneros", se haya enfrentado con una pistola calibre 22 al "Grupo de Tareas 3.3.2" que el marino admitió tener a su cargo.
"Walsh estaba dispuesto a morir, sí o sí, porque llevaba una pistola calibre 22", consignó Acosta en una nota manuscrita presentada ante el Tribunal Oral Federal Cinco a cargo del juicio público por la desaparición del periodista y de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, entre otros.
En el escrito que redactó en la cárcel de Ezeiza, el ex capitán de Fragata se quejó de la "persecución política" que a su criterio existe "contra algunos de los que derrotamos a los terroristas, para restablecer la paz".
El procesado lamentó también y dijo que se sintió "intimidado" por el "aplauso cerrado" que provocó en la sala de audiencia por parte de familiares de las víctimas la lectura de la "Carta Abierta" que Walsh escribió para la Junta Militar en 1977. "Es un documento pero también -opinó- un arma de la guerra civil, revolucionaria y terrorista; el aplauso por su lectura significa que la guerra no terminó".
"Está suficientemente probado que yo he sido el jefe de inteligencia de la UT 3.3.2 desde enero de 1977 y por ello he participado en la guerra fratricida, que no inicié ni definí en su contenido", consignó el procesado, quien manifestó sentir respeto por todas las víctimas, "entre ellas Rodolfo Walsh quien, de no haberse suicidado estaría declarando como testigo en mi contra".
En el banquillo de los acusados están, además de Acosta, Alfredo Astiz, Juan Antonio Azic, Carlos Capdevilla, Ricardo Miguel Cavallo, Julio César Coronel, Adolfo Donda, Juan Carlos Fotea, Manuel García Tallada, Pablo García Velazco, Alberto González, Antonio Pernías, Jorge Radice, Juan Carlos Rolón, Raúl Scheller y Ernesto Weber. (Télam)
"Walsh estaba dispuesto a morir, sí o sí, porque llevaba una pistola calibre 22", consignó Acosta en una nota manuscrita presentada ante el Tribunal Oral Federal Cinco a cargo del juicio público por la desaparición del periodista y de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, entre otros.
En el escrito que redactó en la cárcel de Ezeiza, el ex capitán de Fragata se quejó de la "persecución política" que a su criterio existe "contra algunos de los que derrotamos a los terroristas, para restablecer la paz".
El procesado lamentó también y dijo que se sintió "intimidado" por el "aplauso cerrado" que provocó en la sala de audiencia por parte de familiares de las víctimas la lectura de la "Carta Abierta" que Walsh escribió para la Junta Militar en 1977. "Es un documento pero también -opinó- un arma de la guerra civil, revolucionaria y terrorista; el aplauso por su lectura significa que la guerra no terminó".
"Está suficientemente probado que yo he sido el jefe de inteligencia de la UT 3.3.2 desde enero de 1977 y por ello he participado en la guerra fratricida, que no inicié ni definí en su contenido", consignó el procesado, quien manifestó sentir respeto por todas las víctimas, "entre ellas Rodolfo Walsh quien, de no haberse suicidado estaría declarando como testigo en mi contra".
En el banquillo de los acusados están, además de Acosta, Alfredo Astiz, Juan Antonio Azic, Carlos Capdevilla, Ricardo Miguel Cavallo, Julio César Coronel, Adolfo Donda, Juan Carlos Fotea, Manuel García Tallada, Pablo García Velazco, Alberto González, Antonio Pernías, Jorge Radice, Juan Carlos Rolón, Raúl Scheller y Ernesto Weber. (Télam)
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