25 Febrero 2010
Durante el juicio por la existencia de un centro clandestino de detención en la ex Jefatura de Policía, el comisario mayor (r), Miguel Angel Chuchuy Linares, confirmó que durante el proceso militar existió una zona reservada en ese edificio, donde sólo ingresaban militares. "Había un cartel de prohibido pasar. Existía una guardia armada militar. Sobre calle Santa Fe, entre Salta y Junín. Donde queman las manos, no se entra, no se pasa, no se ve, no se mira. Por eso no puedo decirle qué hacían", dijo.
Relató que estuvo varios años en el Departamento de Informaciones Policiales (D2). Aclaró que nunca hizo inteligencia sobre militantes políticos, sino que su labor entre 1976 y 1977 se centró en agencias de seguridad y en hoteles. "No se hacían listas de dirigentes, sino que se llevaban archivos con publicaciones de diarios, como un legajo personal de los hombres públicos. Nadie concurría a las asambleas, porque no formaba parte de nuestra tarea", detalló. A pedido del querellante Bernardo Lobo Bugeau se leyó un informe del D2 sobre Angel Garmendia, otra víctima que pasó por la ex Jefatura. Pese a la insistencia del testigo de que se trataba de recortes de prensa, el vocal del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Gabriel Casas aclaró que los abundantes datos sobre la participación estudiantil y social de Garmendia no provenían necesariamente de diarios y que no se citaba ninguna fuente.
Chuchuy Linares admitió que conoce a su colega Antonio Cerasuolo, y a Jorge Marcelo Portnoy y a Pascual Ariño entre otros familiares del desaparecido Joaquín Ariño. Pero negó haber hablado con ellos sobre este secuestro pese a que se enteró el día que ocurrió por una tía del joven, o que haya estado en la ex Jefatura y haya sido trasladado al ex arsenal Miguel de Azcuénaga.
Relató que estuvo varios años en el Departamento de Informaciones Policiales (D2). Aclaró que nunca hizo inteligencia sobre militantes políticos, sino que su labor entre 1976 y 1977 se centró en agencias de seguridad y en hoteles. "No se hacían listas de dirigentes, sino que se llevaban archivos con publicaciones de diarios, como un legajo personal de los hombres públicos. Nadie concurría a las asambleas, porque no formaba parte de nuestra tarea", detalló. A pedido del querellante Bernardo Lobo Bugeau se leyó un informe del D2 sobre Angel Garmendia, otra víctima que pasó por la ex Jefatura. Pese a la insistencia del testigo de que se trataba de recortes de prensa, el vocal del Tribunal Oral en lo Criminal Federal Gabriel Casas aclaró que los abundantes datos sobre la participación estudiantil y social de Garmendia no provenían necesariamente de diarios y que no se citaba ninguna fuente.
Chuchuy Linares admitió que conoce a su colega Antonio Cerasuolo, y a Jorge Marcelo Portnoy y a Pascual Ariño entre otros familiares del desaparecido Joaquín Ariño. Pero negó haber hablado con ellos sobre este secuestro pese a que se enteró el día que ocurrió por una tía del joven, o que haya estado en la ex Jefatura y haya sido trasladado al ex arsenal Miguel de Azcuénaga.
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