"Mi hijo era cliente suyo, no un ladrón"

"¿Por qué, Dios mío? ¿Por qué? ¡Mi hijo no era un ladrón!". Ana María García lloraba la muerte de Juan Augusto Gutiérrez, el joven baleado ayer a la madrugada en Villa Luján. La mujer asegura que la hipótesis de los investigadores no es certera. "A mi hijo lo asesinaron, no estaba haciendo nada malo", le dijo a LA GACETA en su casa, ubicada en calle Thames al 1.200 de "La Bombilla".

García contó que la llamaron por teléfono para avisarle que su hijo había muerto. "Un vecino dijo que el hombre del bar fue quien hizo el disparo porque creyó que le iban a robar. Pero mi hijo era cliente suyo, no tenía antecedentes y era buena persona. Esto es una injusticia", reclamó.

La mujer admitió que su hijo iba en la moto con "Pollo Cheto". "Pero no estaban haciendo nada malo. Buscaban un lugar para comer, nada más. Se detuvieron porque al amigo de mi hijo se le cayó la gorra; entonces, él se bajó a levantarla y un loco lo mató", afirmó.

Gutiérrez, según su madre, estaba cursando un terciario y jugaba al fútbol. "Era un chico sano", repetía, una y otra vez.

Juan Carlos Villalba, de 33 años, hermano del muchacho fallecido, dijo que al joven se lo señala como asaltante porque es de "La Bombilla". "La Policía cree que todos los que vivimos acá somos delincuentes. Cada vez que pasa algo, apuntan hacia este barrio; pero están equivocados. No queremos que digan algo que no sucedió. Mi hermano no era ladrón", dijo. "Ayer (por el miércoles) a la noche, me dijo muy entusiasmado que había hecho una prueba para jugar al fútbol en Central Norte. Estaba muy ilusionado. Esa era su vida", indicó. Los familiares de Gutiérrez resaltaron que los padres de "Pollo Cheto" les dijeron que el joven no tenía nada que ver con el homicidio. "El amigo de mi hijo quiere entregarse, pero está shockeado. Tiene miedo porque sabe que van a querer acusarlo a él de todo, cuando a la culpa la tuvo otro", aseguró García.