20 Enero 2010
PUESTO A SALVO. Un pequeño haitiano es trasladado a un hospital por las fuerzas de ayuda internacional. REUTERS
PUERTO PRINCIPE, Haití.- Cuando todavía no se recuperó del golpe sufrido la semana pasada, Haití padeció esta mañana un nuevo terremoto que provocó destrozos y sacudió paredes, generando la desesperación de la población, que se volcó masivamente a las calles.
Si bien duró unos pocos segundos, la réplica alcanzó los 6,1º en la escala de Ritcher y el epicentro se situó a 59 kilómetros de Puerto Príncipe, a las 6.03 de la mañana haitiana.
Las ruinas de una ciudad que no termina de asimilar lo sucedido volvieron a ceder. De hecho, se derrumbaron edificios ya afectados por el devastador movimiento anterior. Si bien en esta oportunidad no se reportaron nuevas víctimas, el temor caló entre los ciudadanos alimentando la psicósis de que la pesadilla aún no ha terminado. A pesar de la intensidad del temblor, no se activó una alerta de tsunami en la zona.
Ayer, centenares de soldados estadounidenses se desplegaron para agilizar la ayuda humanitaria a una población desesperada. Paracaidistas de la 82ª División Aerotransportada descendieron de al menos cuatro helicópteros cerca del derruido Palacio Presidencial, que está rodeado por un campo de refugiados.
Desde el edificio, un centenar de efectivos se dirigió al hospital general, repleto de heridos tras el terremoto que dejó al menos 75.000 muertos, unos 250.000 heridos y un millón de personas sin hogar. Los militares son necesarios para el transporte y la distribución de la ayuda humanitaria.
Brindarán seguridad
"Estamos aquí para brindar seguridad al hospital. Trabajamos con el gobierno de Haití. Tenemos códigos militares, pero estamos en una misión humanitaria", dijo a la AFP el sargento Bill Smith.
Al mismo tiempo, los primeros marines desembarcaron a unos 16 kilómetros al suroeste de la capital haitiana para unirse a los Cascos Azules de Sri Lanka en las ciudades de Leogane, Grand-Goave y Petit Goave, según el coronel Greg Kane.
El desembarco estadounidense no siempre es bien recibido. "No los he visto distribuyendo comida en el centro de la ciudad, donde la gente necesita urgentemente agua, alimentos y medicamentos. Esto parece una ocupación", dijo Wilson Guillaume, estudiante haitiano de 25 años.
La ONU confirmó que unas 90 personas fueron rescatadas vivas en Puerto Príncipe. Estados Unidos espera pasar "muy pronto" de la búsqueda de sobrevivientes a la recolección de los cadáveres, indicó el general Allyn.
Entretanto, los heridos siguen llegando en masa a los abarrotados centros médicos, donde las amputaciones son el pan de cada día, mientras en las calles los saqueos se han multiplicado, así como la tensión entre la Policía local y los ladrones. "Cuando me den de comer dejaré de robar", dijo desafiante Vicent, un fornido joven enmascarado que se adentró sin miedo entre las ruinas de un banco con la esperanza de salir con un tesoro. (Especial-AFP-NA-DPA)
Ayer, centenares de soldados estadounidenses se desplegaron para agilizar la ayuda humanitaria a una población desesperada. Paracaidistas de la 82ª División Aerotransportada descendieron de al menos cuatro helicópteros cerca del derruido Palacio Presidencial, que está rodeado por un campo de refugiados.
Desde el edificio, un centenar de efectivos se dirigió al hospital general, repleto de heridos tras el terremoto que dejó al menos 75.000 muertos, unos 250.000 heridos y un millón de personas sin hogar. Los militares son necesarios para el transporte y la distribución de la ayuda humanitaria.
Brindarán seguridad
"Estamos aquí para brindar seguridad al hospital. Trabajamos con el gobierno de Haití. Tenemos códigos militares, pero estamos en una misión humanitaria", dijo a la AFP el sargento Bill Smith.
Al mismo tiempo, los primeros marines desembarcaron a unos 16 kilómetros al suroeste de la capital haitiana para unirse a los Cascos Azules de Sri Lanka en las ciudades de Leogane, Grand-Goave y Petit Goave, según el coronel Greg Kane.
El desembarco estadounidense no siempre es bien recibido. "No los he visto distribuyendo comida en el centro de la ciudad, donde la gente necesita urgentemente agua, alimentos y medicamentos. Esto parece una ocupación", dijo Wilson Guillaume, estudiante haitiano de 25 años.
La ONU confirmó que unas 90 personas fueron rescatadas vivas en Puerto Príncipe. Estados Unidos espera pasar "muy pronto" de la búsqueda de sobrevivientes a la recolección de los cadáveres, indicó el general Allyn.
Entretanto, los heridos siguen llegando en masa a los abarrotados centros médicos, donde las amputaciones son el pan de cada día, mientras en las calles los saqueos se han multiplicado, así como la tensión entre la Policía local y los ladrones. "Cuando me den de comer dejaré de robar", dijo desafiante Vicent, un fornido joven enmascarado que se adentró sin miedo entre las ruinas de un banco con la esperanza de salir con un tesoro. (Especial-AFP-NA-DPA)
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