20 Enero 2010
BUENOS AIRES.- El kirchnerismo, con Cristina Fernández, a la cabeza, parece haber iniciado lo que espera será la embestida final para acorralar al vicepresidente "opositor" Julio Cobos y arrancarle por fin su renuncia. La decisión de suspender un viaje de 10 días a China, para evitar dejar el país en manos del ex gobernador de Mendoza y quien fue su compañero de fórmula en el proyecto fallido de la Concertación, refleja que ’la sangre se aproxima al río’.
"La situación es insostenible, Cobos debe dar ya un paso al costado", dijo el jefe del bloque de Diputados del PJ, Agustín Rossi, repitiendo el argumento con el cual vienen machacando el ex presidente Néstor Kirchner; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, entre otros.
"La Argentina debe ser el único país en el mundo donde el vicepresidente es el principal obstáculo para las políticas oficiales", disparó Cristina en su tensa conferencia de prensa, durante la cual amonestó a los periodistas disgustada por las consultas.
En el kirchnerismo dejaron hace rato de "ningunear" a Cobos y empezaron a darse cuenta de que la capacidad de daño del vicepresidente podría ser mayor a la esperada. "Ellos son los que cambiaron el proyecto, no yo", responde el vicepresidente..
Una situación similar, pero en otro nivel, ocurre con Martín Redrado, el jefe del BCRA, cruzado por operaciones cada vez más fuertes que buscan minar su credibilidad, y cuyo futuro en el Banco Central tiene plazo fijo.
Ese plazo podría ser el día en que el Congreso se expida -en forma no vinculante- sobre el despido que, después de 12 días de tira y afloje, la Presidenta aceptó enviar a consideración del Congreso una vez que se conformen las comisiones.
El fuerte debilitamiento institucional de la Argentina, iniciado con la feroz pelea entre el Gobierno y el campo, el "voto no positivo" de Cobos, el intento de echar mano de las reservas para pagar deuda y la remoción de Redrado sin cumplir los pasos legales, comienza a preocupar al oficialismo y a la oposición.
Por eso, la UCR buscó tender una salida al Gobierno al ofrecer la cabeza de Redrado a cambio de que la Rosada enviara al Congreso el tratamiento del Fondo del Bicentenario. Prácticamente, Cristina acaba de decir que posterga su viaje porque considera que no puede dejar el país en manos de un ’traidor’. ¿Acaso la Presidenta dejará de viajar al exterior mientras Cobos siga en el cargo? ¿Y la asistencia a la asunción de Sebastián Piñera como presidente de Chile el 11 de marzo, también deberá quedar de lado? Cerca del Gobierno esperan que mucho antes Cobos ya sea un mal recuerdo. (Especial)
"La situación es insostenible, Cobos debe dar ya un paso al costado", dijo el jefe del bloque de Diputados del PJ, Agustín Rossi, repitiendo el argumento con el cual vienen machacando el ex presidente Néstor Kirchner; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, entre otros.
"La Argentina debe ser el único país en el mundo donde el vicepresidente es el principal obstáculo para las políticas oficiales", disparó Cristina en su tensa conferencia de prensa, durante la cual amonestó a los periodistas disgustada por las consultas.
En el kirchnerismo dejaron hace rato de "ningunear" a Cobos y empezaron a darse cuenta de que la capacidad de daño del vicepresidente podría ser mayor a la esperada. "Ellos son los que cambiaron el proyecto, no yo", responde el vicepresidente..
Una situación similar, pero en otro nivel, ocurre con Martín Redrado, el jefe del BCRA, cruzado por operaciones cada vez más fuertes que buscan minar su credibilidad, y cuyo futuro en el Banco Central tiene plazo fijo.
Ese plazo podría ser el día en que el Congreso se expida -en forma no vinculante- sobre el despido que, después de 12 días de tira y afloje, la Presidenta aceptó enviar a consideración del Congreso una vez que se conformen las comisiones.
El fuerte debilitamiento institucional de la Argentina, iniciado con la feroz pelea entre el Gobierno y el campo, el "voto no positivo" de Cobos, el intento de echar mano de las reservas para pagar deuda y la remoción de Redrado sin cumplir los pasos legales, comienza a preocupar al oficialismo y a la oposición.
Por eso, la UCR buscó tender una salida al Gobierno al ofrecer la cabeza de Redrado a cambio de que la Rosada enviara al Congreso el tratamiento del Fondo del Bicentenario. Prácticamente, Cristina acaba de decir que posterga su viaje porque considera que no puede dejar el país en manos de un ’traidor’. ¿Acaso la Presidenta dejará de viajar al exterior mientras Cobos siga en el cargo? ¿Y la asistencia a la asunción de Sebastián Piñera como presidente de Chile el 11 de marzo, también deberá quedar de lado? Cerca del Gobierno esperan que mucho antes Cobos ya sea un mal recuerdo. (Especial)