
Autoridades del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y del Servicio Agrícola y Ganadero (Sag) de Chile se reunieron en diciembre pasado, en la localidad trasandina de El Sauce, y trataron temas relacionados con la exportación de papa fresca argentina.
De la reunión participaron, en representación del Senasa, Sandra Savarese y Pedro Sardoy, de la Dirección Nacional de Protección Vegetal; François Barron, coordinador temático de Protección Vegetal del Centro Regional Córdoba, y Luis Fandiño, inspector certificante de la oficina Mendoza del Centro Regional Cuyo.

En el encuentro se acordó, entre ambos organismos oficiales, ajustar los criterios que deberán seguir los inspectores que certifican las cargas de papa fresca argentina enviada al país vecino.
Se convino, además, reforzar las acciones de inspección realizadas a las firmas exportadoras, a los fines de que se respeten los tiempos de duración del proceso de aplicación de los 'antibrotantes'.

Adicionalmente, se resolvió confeccionar un certificado complementario que rectifique y/o enmiende los posibles errores cometidos en la confección de la documentación correspondiente.
Finalizando la jornada, los técnicos participantes en representación de los organismos sanitarios binacionales visitaron el complejo de inspección de cargas 'El Sauce', las nuevas instalaciones del Sag y la sede de la Aduana Chilena, para inspeccionar las cargas terrestres que ingresan al país a través de Los Andes.
Del total de papa argentina exportada, en promedio, la 'papa para consumo en fresco' representó más del 93% del volumen, seguida por la 'papa semilla', con volúmenes muy reducidos (del 0,5% al 5,30 %), completándose la oferta con 'productos congelados' (del 0,07% al 1%).