Cristina trató de desestabilizador al Vicepresidente

BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Kirchner lanzó ayer duras críticas al embargo de reservas del Banco Central en Estados Unidos y denunció que los fondos buitres quieren que la Argentina vuelva a "prostituirse para pagar deuda".

La jefa de Estado volvió a defender la decisión de crear el Fondo del Bicentenario para "cortar de cuajo esa cosa perversa del endeudamiento permanente" y advirtió que esa estrategia del Gobierno nacional "no le conviene a los fondos buitres".

"Hay sectores que viven de la Argentina endeudada, que quieren que se repita la historia de la Argentina que se prostituye para seguir pagando deudas, y que pese a eso cada vez debe más", enfatizó.

Tras los reveses judiciales que recibió el Gobierno mediante los fallos de la jueza María José Sarmiento y el embargo de fondos del BCRA dispuesto por el magistrado estadounidense Thomas Griesa, la mandataria brindó un duro discurso en la Casa Rosada y reforzó la denuncia acerca de supuestas "maniobras políticas y judiciales" contra su gestión. Al respecto, precisó que se tratan de "hechos concretos e inéditos" que se viene sucediendo y que atribuyó a Julio Cobos, Martín Redrado, la jueza Sarmiento, los fondos buitres, y a la oposición. En ese sentido, repudió la decisión de Griesa. "Es la cuarta o quinta vez que embarga fondos del Estado nacional desde 2003", dijo.

También se centró en la situación de Redrado, a quien calificó de "okupa" (habitante ilegal de un inmueble) del Banco Central y sostuvo que "no es obligatorio" que su desplazamiento pase por el Congreso.

Más acusaciones

También disparó contra el vicepresidente Cobos, a quien acusó de querer desplazarla del sillón de Rivadavia. "Hay un vicepresidente que no quiere esperar hasta 2011 y quiere ser presidente antes, éstos son los que hablan de institucionalidad", señaló la jefa del Estado que, en la mayor embestida contra Cobos, lo imputó directamente de ser responsable de una maniobra para desestabilizarla.

A su vez, a Sarmiento la definió como "una jueza delivery (servicio de entrega a domicilio), que va a la oposición y le hace lugar a todos sus pedidos en tiempo récord".

"La oposición va, le pide algo y se lo concede", se quejó la mandataria, quien además repudió el fallo de la jueza que convirtió en ordinario el juicio, al afirmar que el proceso ahora "puede durar años". "Si uno quiere saber lo que va a hacer la justicia internacional puede leer Clarín y si quiere saber lo que van a hacer algunos sectores de la justicia nacional lo puede ver en La Nación", dijo la Presidenta e irónicamente, calificó al hecho como una "casualidad". La dirigentes ubicados en la vereda de enfrente del oficialismo también fueron blanco de la Presidenta. "Ya que no supieron ser Gobierno, al menos sepan ser oposición", reclamó. (DyN-NA)