El juez de Nueva York Thomas Griesa trabó ayer un embargo por U$S 1,7 millones en la cuenta que el Banco Central posee en esa ciudad. Esta medida causó un dura reacción del Gobierno contra blancos múltiples. La presidenta, Cristina Kirchner, atacó a los fondos buitres; a Griesa; a la magistrada María José Sarmiento, a quien tildó de jueza delivery; al jefe del Banco Central, Martín Redrado, a quien calificó de okupa; y al vicepresidente, Julio Cobos. De este dijo que aspira a ser presidente antes de 2011, por lo que la relación entre la jefa de Estado y Cobos entró, así, en una nueva fase de extrema tensión política, tras el voto no positivo a la Resolución 125. Antes, el ministro de Economía, Amado Boudou, había denunciado que se intenta frustrar el canje de deuda. Y llamó a Redrado ex presidente del Central. Por la noche, en Mendoza, Cobos contestó las acusaciones de Cristina. "Terminaré mi mandato en 2011 y me iré junto con la Presidenta", retrucó. La decisión de Griesa se conoció a media tarde de un día signado por el recalentamiento del clima político y la caída de la cotización de los títulos públicos y de las acciones, y una suba pronunciada del riesgo país. Los movimientos en la Justicia gravitaron también en la atmósfera pesimista que rodeó al mundo de los negocios. Al cierre de la jornada, Redrado anunció que apelará la decisión de Griesa en Nueva York. A su vez, en Diputados hoy se reunirá la Comisión Bicameral que estudiará la validez de los DNU de la polémica: el que crea el Fondo del Bicentenario y el de la destitución de Redrado en el Central.