El conflicto terminó con las vacaciones de los ministros

BUENOS AIRES. Cristina Fernández de Kirchner los convocó ayer a todos. Y muchos de ellos debieron interrumpir sus vacaciones. Por caso, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, debió dejar las playas de la costa atlántica para firmar el decreto que puso fin a la gestión de Martín Redrado al frente del directorio del Banco Central. También la titular de Defensa, Nildá Garré, tuvo que viajar desde Pinamar hasta la Capital Federal para cumplir la orden presidencial. Lo mismo sucedió con Florencio Randazzo. El ministro del Interior descansaba en Valeria del Mar.
De acuerdo con la información oficial, la Presidenta de la Nación también tiene previsto cambiar de planes a raíz de la crisis institucional. Cristina Fernández no viajaría este fin de semana a El Calafate para descansar con su esposo, el diputado nacional Néstor Kirchner, ni con sus hijos.
A su vez, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, remarcó que, una vez que el decreto sea publicado en el Boletín Oficial (previsto para hoy), la presidencia del Banco Central estará a cargo del actual vicepresidente, Miguel Pesce.
"Si Redrado quiere reunirse con sus abogados lo podrá hacer en su casa o en su estudio, porque mañana, cuando salga la resolución, en el Banco Central estará Pesce", insistió. El funcionario añadió que "cuando se tomó la decisión de crear el Fondo del Bicentenario para trabajar con reservas que son excedentes, por encima de la base monetaria: las juntó este gobierno". "Esto no lo hace cualquier gobierno, juntar U$S 48.000 millones de reserva. Es una ventaja, porque este fondo genera previsibilidad", continuó.
Fernández dijo también que "las reservas nos permiten valernos por nuestras propias posibilidades" y que fue por eso que se pudo "pasar sin dificultades la crisis del 2009". Explicó que "desde el Gobierno se trabaja en ese sentido".
El jefe de Gabinete señaló que "desde que se tomó la decisión, en el Banco Central tuvieron 20 días para implementarlo y no lo hicieron". En cuanto a lo legal, añadió que "el Congreso puede rechazar un DNU, pero todos los derechos adquiridos mientras estuvo vigente el DNU tienen vigencia". (Télam-Especial)