El Poder Ejecutivo ha mostrado, una vez más, su desprecio por las instituciones, esta vez con implicancias todavía no dimensionadas en el delicado y sensible tema de la confiabilidad de la autoridad monetaria y de la responsabilidad fiscal del país.
Con los decretos de necesidad y urgencia que acaba de dictar la Presidenta, se han vulnerado por los menos dos disposiciones: las que aseguraban la autarquía e independencia del Banco Central respecto del poder político de turno y la ley que hasta hoy solamente permitía que las llamadas reservas de libre disponibilidad se usaran sólo para pagar deuda con organismos mundiales. Ahora, en cambio, servirán para pagar todo tipo de deuda pública.
La ley dice que, en tanto ente autárquico del Estado nacional y no dependiente del Poder Ejecutivo, el BCRA es verdaderamente intocable respecto de los gobiernos de turno. Esta intangibilidad constituye un principio esencial para defender el valor de nuestra moneda y nuestras reservas de las manipulaciones de los dirigentes políticos.
Además, el propio instrumento usado, el DNU, es violatorio de la Constitución Nacional porque la Carta Magna afirma que, para dictar un DNU, debe haber una urgencia y la Presidenta no justificó ninguna urgencia para usar ya mismo las reservas.
Frente a tanto desprecio por las normas constitucionales y legales por parte del Poder Ejecutivo, se impone una rápida y eficaz acción por parte de los Poderes Legislativo y Judicial. El primero, a través de una oposición que ya ha asumido y tiene una nueva oportunidad y diversos mecanismos institucionales para demostrar que el voto popular que la acompañó en junio de 2009 no lo fue en vano. El Poder Judicial, porque seguramente en su ámbito se debatirán y decidirán las acciones que se intenten tanto desde el gobierno como desde la oposición.
Sería deseable que frente a tanto desenfreno por parte del Poder Ejecutivo, los otros dos poderes del estado se muestren capaces de poner los límites que exige un país serio y previsible como gran parte de los argentinos deseamos y nos merecemos.