La fenomenal tormenta política del verano

Estamos frente a una tormenta política fenomenal, en un momento muy sensible en el que el Gobierno se aprestaba a avanzar con el canje de la deuda.
La economía evidencia nítidos signos de recuperación y el verano parecía que iba a amainar esa situación de crispación política. De pronto estalla este terremoto que se espiraliza por la actitud de la Corte de solicitar, preventivamente, que no se avance con la decisión presidencial que, legalmente, abre las puertas para que los holdouts (bonistas) embarguen las reservas. Martín Redrado, en ese sentido, no sólo defiende su cargo o la autonomía del Banco Central que preside. También está defendiendo patrimonialmente a la Argentina.
El avance del Ejecutivo implica una violación a la Carta Orgánica del Central porque desconoce las normas vigentes: no puede disponer libremente de las reservas. Si al Gobierno no le gusta esa Carta Orgánica, entonces debería cambiarla, enviando un proyecto al Congreso. Si no le gusta Redrado, debería removerlo con causa justa o por denuncias de incumplimiento de sus deberes, con el conocimiento de las comisiones del Congreso Nacional.

Conflicto de poderes
Evidentemente que estamos frente a un conflicto de poderes, porque la decisión de pedirle directamente la renuncia al presidente de Banco Central, en alguna medida también significa avasallar al Congreso. Pero esta medida no viene sola. En el mismo día se ha dado a conocer las multas a las telefónicas o la intención de fijar precios en el mercado del papel. Esto nos está mostrando claramente que se está potencializando el hiperpresidencialismo. Es una vuelta de tuerca a lo que sucedió no hace mucho tiempo. Estamos viviendo ese clima o esa sensación de que acá vale todo, independiemente de los poderes establecidos.
Martín Redrado no puede abandonar el cargo, generando un problema tan grande que puede poner en riesgo la estabilidad del sistema financiero.
Hoy el presidente del Banco Central gana esta pelea con el argumento de que está defendiendo la Carta Orgánica de la entidad monetaria y las reservas internacionales. Ante esta situación, no puede descartarse alguna que otra corrida. Redrado está entre la espada y la pared. (Exclusivo para LA GACETA)