13 Diciembre 2009
EFECTO VECINAL. Bridger apuesta a aprovechar el crecimiento de Brasil.
Crecimiento chico, pero crecimiento al fin, es lo que proyecta el economista de la consultora Prefinex, Nicolás Bridger, para 2010. Y esa recuperación argentina se sustentará en su principal socio comercial, Brasil. "Que el vecino país crezca fuerte y que los precios de los commodities sean alentadores pueden llevar a que la Argentina transite el año que viene con relativa tranquilidad", afirma a LA GACETA.
Pese al crecimiento, y como sostienen otros consultores, Bridger considera que no habrá tanta generación de empleo, por lo que un repunte en el mercado laboral seguirá siendo la gran materia pendiente de la economía argentina. "No hay incentivos para crear más puestos. Además, el desempleo no bajará de los niveles actuales y, sumada una inflación elevada, se profundizará la conflictividad social, con una distribución más inequitativa de los ingresos", vaticina.
Respecto de la situación fiscal, el experto afirma que no es tan dramática como se prevé. "Se observa una tasa de crecimiento del gasto que duplica a la de los ingresos, pero hay indicios de que en 2010 habrá una mejor cosecha agropecuaria y, por lo tanto, un repunte de la recaudación que debería llevar a niveles convergentes de gastos versus ingresos", sostiene. "Si no se da ese escenario y se activa la fuga de capitales, podría dejar un hueco fiscal difícil de llenar", acota.
"El crecimiento previsto está asociado con una tasa de inflación para el próximo año que puede llegar al 16%".
"El tipo de cambio subiría hacia fines de 2010, a $ 4,30, por lo que debería implicar grandes sobresaltos".
"Con el escenario base planteado, estimamos que la Argentina puede llegar a crecer en 2010 en torno de un 3,5%".
Pese al crecimiento, y como sostienen otros consultores, Bridger considera que no habrá tanta generación de empleo, por lo que un repunte en el mercado laboral seguirá siendo la gran materia pendiente de la economía argentina. "No hay incentivos para crear más puestos. Además, el desempleo no bajará de los niveles actuales y, sumada una inflación elevada, se profundizará la conflictividad social, con una distribución más inequitativa de los ingresos", vaticina.
Respecto de la situación fiscal, el experto afirma que no es tan dramática como se prevé. "Se observa una tasa de crecimiento del gasto que duplica a la de los ingresos, pero hay indicios de que en 2010 habrá una mejor cosecha agropecuaria y, por lo tanto, un repunte de la recaudación que debería llevar a niveles convergentes de gastos versus ingresos", sostiene. "Si no se da ese escenario y se activa la fuga de capitales, podría dejar un hueco fiscal difícil de llenar", acota.
"El crecimiento previsto está asociado con una tasa de inflación para el próximo año que puede llegar al 16%".
"El tipo de cambio subiría hacia fines de 2010, a $ 4,30, por lo que debería implicar grandes sobresaltos".
"Con el escenario base planteado, estimamos que la Argentina puede llegar a crecer en 2010 en torno de un 3,5%".