05 Diciembre 2009
ROMA.- Un mafioso convicto declaró ayer ante un tribunal de Turín contra el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, al que vinculó con una campaña de atentados perpetrados por el crimen organizado. El asesino Gaspare Spatuzza hizo tales alegaciones durante un juicio en el que un estrecho asesor de Berlusconi, el senador Marcello Dell'Uttri, está apelando contra una condena de nueve años por asociación con la mafia.
Según Spatuzza, el jefe de la Cosa Nostra, Giuseppe Graviano, le confirmó en 1994 que "gracias a esas personas serias (Berlusconi y Dell'Uttri)" el país estaba en sus manos. En sangrientos atentados perpetrados entre 1993 y 1994 en Roma, Florencia y Milán perdieron la vida 10 personas y 93 resultaron heridas. Spatuzza sostuvo también que en 1993 había recibido orden de Graviano de poner una bomba en el estadio olímpico de Roma, como parte de una campaña de la Cosa Nostra para intimidar a los políticos que se negaban a cooperar con la mafia. El control remoto falló y no se produjo la masacre.
El mafioso arrepentido, que fue la mano asesina de la Cosa Nostra, reveló asimismo que Graviano odiaba a los políticos socialistas italianos que, según se sugirió, habían aceptado votos de la mafia en 1988 y en 1989, pero que después aplicaron drásticas medidas contra la organización.
El testimonio de Spatuzza se produjo con motivo de la apertura del juicio de apelación por supuestos vínculos con la mafia contra el senador y cofundador del partido de Berlusconi, Forza Italia, el empresario siciliano Dell'Uttri. "La mafia quiere hundir a Berlusconi porque ha sido el más riguroso en la lucha contra el crimen organizado", dijo el senador. "Berlusconi está completamente tranquilo. Le teme más a su mujer que a Spatuzza", bromeó.
Por su parte, el vocero del primer ministro, Paolo Bonaiuti, se apresuró a tachar a Spatuzza. "Es un hombre que disolvió a un niño de 12 años en ácido clorhídrico y que mató al obispo antimafia Pino Puglisi, por lo que su credibilidad es nula", sentenció.
Rara coincidencia
El objetivo de los atentados de la mafia no era otro que el de desestabilizar el país y favorecer así el florecimiento de Forza Italia, el partido que fundaron Berlusconi y Dell'Uttri, sugirió Spatuzza. Esta formación nació oficialmente en enero de 1994. Dos meses después ganó las elecciones nacionales y Berlusconi se consagró primer ministro. Según el mafioso arrepentido, Berlusconi y Dell'Uttri le prometieron a la mafia, como contraprestación, una aligeramiento de las penas más graves previstas para los culpables de los delitos del crimen organizado. (DPA)
Según Spatuzza, el jefe de la Cosa Nostra, Giuseppe Graviano, le confirmó en 1994 que "gracias a esas personas serias (Berlusconi y Dell'Uttri)" el país estaba en sus manos. En sangrientos atentados perpetrados entre 1993 y 1994 en Roma, Florencia y Milán perdieron la vida 10 personas y 93 resultaron heridas. Spatuzza sostuvo también que en 1993 había recibido orden de Graviano de poner una bomba en el estadio olímpico de Roma, como parte de una campaña de la Cosa Nostra para intimidar a los políticos que se negaban a cooperar con la mafia. El control remoto falló y no se produjo la masacre.
El mafioso arrepentido, que fue la mano asesina de la Cosa Nostra, reveló asimismo que Graviano odiaba a los políticos socialistas italianos que, según se sugirió, habían aceptado votos de la mafia en 1988 y en 1989, pero que después aplicaron drásticas medidas contra la organización.
El testimonio de Spatuzza se produjo con motivo de la apertura del juicio de apelación por supuestos vínculos con la mafia contra el senador y cofundador del partido de Berlusconi, Forza Italia, el empresario siciliano Dell'Uttri. "La mafia quiere hundir a Berlusconi porque ha sido el más riguroso en la lucha contra el crimen organizado", dijo el senador. "Berlusconi está completamente tranquilo. Le teme más a su mujer que a Spatuzza", bromeó.
Por su parte, el vocero del primer ministro, Paolo Bonaiuti, se apresuró a tachar a Spatuzza. "Es un hombre que disolvió a un niño de 12 años en ácido clorhídrico y que mató al obispo antimafia Pino Puglisi, por lo que su credibilidad es nula", sentenció.
Rara coincidencia
El objetivo de los atentados de la mafia no era otro que el de desestabilizar el país y favorecer así el florecimiento de Forza Italia, el partido que fundaron Berlusconi y Dell'Uttri, sugirió Spatuzza. Esta formación nació oficialmente en enero de 1994. Dos meses después ganó las elecciones nacionales y Berlusconi se consagró primer ministro. Según el mafioso arrepentido, Berlusconi y Dell'Uttri le prometieron a la mafia, como contraprestación, una aligeramiento de las penas más graves previstas para los culpables de los delitos del crimen organizado. (DPA)
Lo más popular