04 Diciembre 2009
CONFORT. Una parte del mobiliario fue construido por artesanos de la zona
Se hicieron alrededor de 2.500 viajes a lomo de mula, por un trayecto de entre siete y ocho horas para trasladar una parte de los materiales y el mobiliario de la posada. Tanto esfuerzo tuvo su premio: un servicio de alta categoría en las entrañas de la montaña y en el corazón de San José de Chasquivil.
A la posada de Las Queñuas llegan turistas extranjeros, en su mayoría franceses, alemanes y españoles. Entre los argentinos, los porteños tienen predilección por un sitio tan alejado del bullicio urbano como relajante.
En la construcción se utilizaron materiales de la zona como adobe, piedra, paja, caña, varas de aliso, cuero y lajas. Consta de un sistema de provisión de agua potable permanente, calefacción y agua caliente con salamandras y calefones a leña. También tiene electricidad provista por energías alternativas.
Las tres habitaciones son confortables como en un hotel de categoría y en la decoración predominan los elementos autóctonos como telares y madera.
El descanso se disfruta al máximo durante la estadía, que puede durar hasta siete días, según las preferencias de los visitantes. Al despertar, sólo basta con abrir las cortinas para observar la inmensidad del paisaje cargado de verde como un inmenso campo de golf.
A la posada de Las Queñuas llegan turistas extranjeros, en su mayoría franceses, alemanes y españoles. Entre los argentinos, los porteños tienen predilección por un sitio tan alejado del bullicio urbano como relajante.
En la construcción se utilizaron materiales de la zona como adobe, piedra, paja, caña, varas de aliso, cuero y lajas. Consta de un sistema de provisión de agua potable permanente, calefacción y agua caliente con salamandras y calefones a leña. También tiene electricidad provista por energías alternativas.
Las tres habitaciones son confortables como en un hotel de categoría y en la decoración predominan los elementos autóctonos como telares y madera.
El descanso se disfruta al máximo durante la estadía, que puede durar hasta siete días, según las preferencias de los visitantes. Al despertar, sólo basta con abrir las cortinas para observar la inmensidad del paisaje cargado de verde como un inmenso campo de golf.
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