26 Noviembre 2009
El 26 de noviembre de 2004, el cuerpo del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz (foto) apareció en el baño de su casa de Yerba Buena. Le habían dado nueve disparos y murió desangrado. Hoy se cumplen cinco años del caso que conmocionó a los tucumanos en general y al Poder Judicial y a la Policía en especial pero, a pesar de esto, nadie puede asegurar cuándo se hará el juicio oral. Cinco ex uniformados están imputados en la causa, dos de ellos de homicidio agravado y el resto de encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Los acusados sostienen su inocencia. Lucrecia Aráoz, la viuda de Aráoz, en cambio, afirma que son culpables. La mujer tiene una sensación amarga. "Ni a los miembros de la Justicia les importó, y eso que mataron a uno de sus colegas. No lo entiendo, pero vamos a seguir esperando con fe", aseguró.