"No somos más que chivos expiatorios"

Los ex policías Darío Pérez y Andrés Faversani, dos de los acusados del crimen del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz, no dudan en señalar a Ema Hortencia Gómez, otra de las imputadas, como autora del homicidio. Además, afirman que la familia del magistrado colaboró para encubrir el asesinato. "Nosotros somos víctimas en esta causa. Ojalá el juicio empiece pronto, pero con los verdaderos autores del crimen sentados en el banquillo. No somos más que chivos expiatorios", afirmó Faversani.
Pérez, por su parte, sostuvo que él no tiene nada que ver con el crimen. "Ema me llamó esa tarde al celular, pero yo no la atendí. Hay testigos que saben que yo estaba conduciendo mi remise en esos momentos", dijo. Y agregó: "tuve que pasar varios años en la cárcel, y estoy tratando de rehacer mi vida. Pero es muy difícil. Por suerte tengo el sostén de mi familia".
Faversani sostiene que él sólo cumplió con la ley. "Yo era policía, y como tal, mi deber era confirmar si se había producido el hecho que denunciaba Ema Gómez, que me había ido a buscar a la comisaría. Además, siempre puse al tanto a mis superiores sobre lo que estaba haciendo", remarcó.