22 Noviembre 2009
La Corte confirmó el fallo contra "Piki", que ahora pasará al menos 35 años preso
Orellana y otros cinco hombres habían sido condenados a prisión perpetua en septiembre del año pasado por matar a Adrián Mansilla. Como la sentencia no estaba firme, los acusados habían quedado en libertad. Pero ayer fueron detenidos nuevamente.
PRESO. "Piki" Orellana (de camisa blanca), sale de la sede de la División Homicidios junto con los otros acusados. Dos de los condenados están prófugos. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
Hace más de un año, luego de escuchar que habían sido condenados a prisión perpetua, Miguel Angel "Piki" Orellana y sus "compañeros de causa" -como él los llamaba- se fundieron en un abrazo dentro del auditorio. Sin dudas, tenían la esperanza de que el fallo se iba a revertir. Pero sus anhelos quedaron truncos.
Ayer, cuatro de los seis sentenciados por el crimen de Adrián Mansilla fueron arrestados, luego de que la Corte Suprema de Justicia ratificara la sentencia de la sala I de la Cámara Penal. Los acusados estaban en libertad desde la finalización del debate oral y público, pues habían pasado casi tres años detenidos bajo el régimen de prisión preventiva durante la investigación del crimen. Pero ahora, como el fallo quedó firme, deberán ir a Villa Urquiza. Dos de los homicidas permanecen prófugos, según la Policía.
El 22 de septiembre de 2008, "Piki" Orellana -hermano del legislador José Orellana y del intendente de Famaillá, Juan Enrique Orellana-; Omar "Anaconda" Carrizo; Marcelo "Mudo" Romano; Marcelo "El Negro" García; Tomás "Cordobés" Ceballos; y Angel "Beto" Ibarra fueron condenados a la pena de prisión perpetua por homicidio agravado por los vocales Pedro Roldán Vázquez, Carlos Norry y Julio Espíndola Aráoz. En tanto, Carlos "Pirucho" Chávez, el "arrepentido" de la causa, fue sentenciado a seis años de cárcel, mientras que José "Vivila" Rodríguez fue absuelto.
Los magistrados consideraron que "Piki" y sus amigos habían sido los autores del brutal crimen de Mansilla, de 26 años. El muchacho, según la pesquisa, fue secuestrado y asesinado el 17 de agosto de 2003; su cuerpo fue hallado el 15 de octubre de ese año en un paraje de Famaillá, de donde es oriundo Orellana.
Los investigadores, desde un principio, sospecharon que el crimen era consecuencia de un ajuste de cuentas. Según la causa, "Piki" acusaba a Mansilla de haberle robado unos $ 15.000 de su comercio, un negocio de todo por $ 2 que está ubicado en inmediaciones de El Bajo. Incluso, la familia de la víctima afirmó que el hermano de los funcionarios los había amenazado poco antes del secuestro. Cuando desapareció, los parientes de Mansilla temieron lo peor. Por eso, denunciaron el caso en la Policía y la fiscala Raquel Assís de Ferreyra (actual camarista penal de Concepción) ordenó que los sospechosos fueran arrestados.
La confesión
El cuerpo del joven fue hallado luego de que "Pirucho" Chávez le confesara al personal de Investigaciones (en ese momento al mando de los comisarios Alfredo Jiménez y Marcial Escobar) cómo se habían producido los hechos. Según dijo, Mansilla había sido secuestrado en la zona de la ex terminal de ómnibus y fusilado en Colonia 7 de Sauce Guascho, Famaillá. El cuerpo estaba enterrado a un metro de profundidad y cubierto de cal. Cinco años después del hecho, los imputados se sentaron ante el tribunal. Como ya habían superado los dos años que establece la ley como límite para detención sin fallo firme, quedaron en libertad provisoriamente.
Tras conocer los fundamentos del dictamen, los defensores de Orellana, Nicolás Brito, y de otros acusados apelaron la sentencia, que fue analizada por la Corte Suprema de Justicia.
Finalmente, el máximo tribunal le devolvió recientemente el expediente a la sala I, dándole la razón a los magistrados.
Cuando recibieron los oficios, Norry, Espíndola Aráoz y Roldán Vázquez solicitaron la inmediata detención de los seis condenados a perpetua.
Seguimiento
Durante la semana, personal de la División Homicidios y Delitos Complejos y de varias áreas de la Dirección de Investigaciones, al mando de los comisarios Miguel Gómez, Humberto Ruezga y Raúl Ferreira, realizó un seguimiento encubierto de los individuos. De esta forma, los policías lograron ubicar a cuatro de los homicidas.
En distintos allanamientos, llevados a cabo en la capital, Simoca y Famaillá, fueron arrestados "Piki" Orellana, "Anaconda" Carrizo, "El Negro" García y "El Cordobés" Ceballos. En tanto, "Mudo" Romano y "Beto" Ibarra permanecen prófugos.
Los detenidos quedaron a disposición de la sala I. Los magistrados ordenarán que sean sometidos a estudios de rigor, y luego trasladados a Villa Urquiza, donde deberán pasar al menos los próximos 32 años de sus vidas.
Ayer, cuatro de los seis sentenciados por el crimen de Adrián Mansilla fueron arrestados, luego de que la Corte Suprema de Justicia ratificara la sentencia de la sala I de la Cámara Penal. Los acusados estaban en libertad desde la finalización del debate oral y público, pues habían pasado casi tres años detenidos bajo el régimen de prisión preventiva durante la investigación del crimen. Pero ahora, como el fallo quedó firme, deberán ir a Villa Urquiza. Dos de los homicidas permanecen prófugos, según la Policía.
El 22 de septiembre de 2008, "Piki" Orellana -hermano del legislador José Orellana y del intendente de Famaillá, Juan Enrique Orellana-; Omar "Anaconda" Carrizo; Marcelo "Mudo" Romano; Marcelo "El Negro" García; Tomás "Cordobés" Ceballos; y Angel "Beto" Ibarra fueron condenados a la pena de prisión perpetua por homicidio agravado por los vocales Pedro Roldán Vázquez, Carlos Norry y Julio Espíndola Aráoz. En tanto, Carlos "Pirucho" Chávez, el "arrepentido" de la causa, fue sentenciado a seis años de cárcel, mientras que José "Vivila" Rodríguez fue absuelto.
Los magistrados consideraron que "Piki" y sus amigos habían sido los autores del brutal crimen de Mansilla, de 26 años. El muchacho, según la pesquisa, fue secuestrado y asesinado el 17 de agosto de 2003; su cuerpo fue hallado el 15 de octubre de ese año en un paraje de Famaillá, de donde es oriundo Orellana.
Los investigadores, desde un principio, sospecharon que el crimen era consecuencia de un ajuste de cuentas. Según la causa, "Piki" acusaba a Mansilla de haberle robado unos $ 15.000 de su comercio, un negocio de todo por $ 2 que está ubicado en inmediaciones de El Bajo. Incluso, la familia de la víctima afirmó que el hermano de los funcionarios los había amenazado poco antes del secuestro. Cuando desapareció, los parientes de Mansilla temieron lo peor. Por eso, denunciaron el caso en la Policía y la fiscala Raquel Assís de Ferreyra (actual camarista penal de Concepción) ordenó que los sospechosos fueran arrestados.
La confesión
El cuerpo del joven fue hallado luego de que "Pirucho" Chávez le confesara al personal de Investigaciones (en ese momento al mando de los comisarios Alfredo Jiménez y Marcial Escobar) cómo se habían producido los hechos. Según dijo, Mansilla había sido secuestrado en la zona de la ex terminal de ómnibus y fusilado en Colonia 7 de Sauce Guascho, Famaillá. El cuerpo estaba enterrado a un metro de profundidad y cubierto de cal. Cinco años después del hecho, los imputados se sentaron ante el tribunal. Como ya habían superado los dos años que establece la ley como límite para detención sin fallo firme, quedaron en libertad provisoriamente.
Tras conocer los fundamentos del dictamen, los defensores de Orellana, Nicolás Brito, y de otros acusados apelaron la sentencia, que fue analizada por la Corte Suprema de Justicia.
Finalmente, el máximo tribunal le devolvió recientemente el expediente a la sala I, dándole la razón a los magistrados.
Cuando recibieron los oficios, Norry, Espíndola Aráoz y Roldán Vázquez solicitaron la inmediata detención de los seis condenados a perpetua.
Seguimiento
Durante la semana, personal de la División Homicidios y Delitos Complejos y de varias áreas de la Dirección de Investigaciones, al mando de los comisarios Miguel Gómez, Humberto Ruezga y Raúl Ferreira, realizó un seguimiento encubierto de los individuos. De esta forma, los policías lograron ubicar a cuatro de los homicidas.
En distintos allanamientos, llevados a cabo en la capital, Simoca y Famaillá, fueron arrestados "Piki" Orellana, "Anaconda" Carrizo, "El Negro" García y "El Cordobés" Ceballos. En tanto, "Mudo" Romano y "Beto" Ibarra permanecen prófugos.
Los detenidos quedaron a disposición de la sala I. Los magistrados ordenarán que sean sometidos a estudios de rigor, y luego trasladados a Villa Urquiza, donde deberán pasar al menos los próximos 32 años de sus vidas.