La arena y el agua son un cáncer para la computadora portátil

La arena y el agua son un cáncer para la computadora portátil

Cómo cuidar la delicada máquina en la playa. El calor excesivo puede generar desperfectos graves. Es fundamental someterla a un servicio técnico al regresar de las vacaciones.

16 Noviembre 2009
La arena, el sol y el agua son los peores enemigos de cualquier equipo tecnológico, ya sean notebooks, celulares, cámaras digitales o reproductores de música. El problema es que se acerca el verano y para muchas personas es casi imposible desprenderse de estos aparatos cuando decide partir de descanso hacia la playa.
Las vacaciones, que cada vez están más cerca, suelen ser sinónimo de descanso y de tranquilidad. Pero hoy en día es muy difícil desconectarse del mundo. Si la tecnología va a acompañar a los veraneantes, hay que tomar algunos recaudos.
Los circuitos de las computadoras portátiles están comprimidos en un volumen entre cinco y 10 veces menor que los de las de escritorio. Por eso, estas máquinas trabajan a temperaturas muy altas. Esta situación puede complicarse al aire libre, bajo el sol y si se la opera sobre las piernas. Esto es muy peligroso para el aparato, porque al calor que genera su funcionamiento se le suma el del cuerpo humano.

Frescura

Una buena opción son las cooling pad (bandejas refrigerantes). Son estructuras que tienen ventiladores. Al colocarlas debajo de la máquina, ayudan a refrigerarla. "Nunca hay que usar la notebook sobre las piernas, ni siquiera con la cooling pad. Siempre hay que ponerlas sobre una superficie plana, como un escritorio o una mesa", explicó el consultor informático Fernando Castro Moyano.
Generalmente, estas bandejas pueden conseguirse en el mercado para máquinas de 14 o 15 pulgadas, aunque también es posible utilizarlas con equipos más pequeños o más grandes (cuestan entre $ 80 y $ 90).
En la playa o en el campo a veces puede ser complicado conseguir dónde cargar la batería de la notebook. Por eso, es fundamental contar con una máquina que tenga por lo menos una batería de cuatro celdas (garantiza unas dos horas de autonomía). Lo recomendable, según Castro Moyano, es comprar un equipo con baterías con seis, ocho o nueve celdas, lo cual permitirá usarla durante más tiempo sin tener que enchufarla.

Otra vez en casa

La arena y el agua pueden convertirse en un cáncer para la máquina. Por eso es muy importante someterla a un servicio técnico una vez que las vacaciones terminaron. Otra opción, un poco menos efectiva pero igualmente válida, es adquirir un kit de limpieza ($ 30). Está compuesto por un removedor de partículas que trabaja con aire comprimido y un paño para limpiar la pantalla (nunca hay que usar alcohol ni agua).
Al igual que las computadoras portátiles, los celulares y los reproductores de música, como el iPod, están constantemente amenazados por el agua y la arena. En el caso de los teléfonos portátiles con pantalla táctil, se puede recurrir a una lámina protectora que protegerá la pantalla (entre $ 15 y $ 50). También es posible cubrir estos aparatos y los celulares comunes con fundas protectoras, cuyo precio varía según el modelo. De todos modos, no brindan una aislación total. También hay que tener en cuenta que el sol y el calor excesivo causan daños. Por eso, todos los aparatos deben permanecer a la sombra.

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