Cartas de lectores
12 Noviembre 2009
LARGAS ESPERAS
Las autoridades del PAMI y de los gobiernos nacional y provincial debenrever las medidas de procedimiento en lo que respeta a la atención dela clase pasiva. Hay una falta de humanidad, respeto y consideraciónpor los abuelos que padecen enfermedades de todo tipo, y que dieron suvida por este país. A través del PAMI fui a la médica de cabecera; comono tenía turno, debí esperar a que atendiera una cantidad de abuelosenfermos que aguardaban por una receta o por un turno de atención dedos o tres semanas para el médico que lo derivaba. No obstante, labuena disposición de la médica, pude a posteriori hacerme entender poresta emergencia, luego de tres horas de espera. El PAMI debería cambiarsu modelo y enviar a cada abuelo un listado y toda la informaciónnecesaria para ser atendido en consultorio o por la emergencia queevaluará si es que para internarse o no al paciente. Y este ir munidode la respectiva orden del PAMI de la medicación que debe tomar paraque el enfermo pueda solucionar su problema en forma inmediata con lamera presentación de su carnet de afiliación y documentación personal.No dudo de las cifras millonarias que ingresan por las retenciones alPAMI o al Estado y que disponen del dinero a su mera voluntad y antojo.Señores, hagan que nuestros jubilados sean atendidos como se merecen yno los sometan a esperas traumáticas y dolientes, como ocurrepermanentemente, sin que se tenga la más mínima consideración por laedad avanzada de muchos de ellos.

Eduardo Blas Romagnoli
San Juan 27 (4° P.-Dpto. 14)
S. M. de Tucumán

PROPIEDAD PRIVADA

El titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas afirmó que lasociedad mira el reclamo de los pueblos originarios con cierto recelojustificando que los territorios que estos pretenden no representan ungran porcentaje de tierras. Parece no advertir que el problema es quelas propiedades que reclaman los que se dicen indios tienen legítimosdueños; las adquirieron de buena fe y con justo título. Su apropiaciónilegítima por parte de estas comunidades de un modo violento -como fuela toma del hotel de Quilmes o de la hostería de Amaicha, entre otras-vulneran el derecho a la propiedad privada amparada en nuestra CartaMagna, derecho este que es pilar en una democracia. Nuestro país es uncrisol de razas y culturas que conviven en forma armónica. Imponer auna sociedad estas desigualdades al tratar con benignidad legalotorgando más derechos a personas por tener, supuestamente, cultura osangre diferentes a los demás argentinos, atenta contra la paz social,generando lamentablemente hechos de violencia como el ocurrido en lalocalidad de Chuscha. Aristóteles dijo con razón: el "único Estadoestable y justo es aquel en el que todos los ciudadanos son igualesante la ley".

Javier M. Critto
General Paz 691
S.M. de Tucumán

AVION DE LA PRESIDENCIA

El martes a la tarde, al regresar de viaje, me encontré en la pista delaeropuerto de nuestra provincia con uno de los aviones de laPresidencia de la Nación. Me llamó la atención, ya que en las noticiasdel día no había ninguna que anunciara la visita de la Presidenta enesa jornada. Grande fue mi sorpresa cuando me enteré de que la que loutilizó fue la ministra de Industria y Turismo con una reducidacomitiva. Me parece un despropósito que funcionarios de segunda líneautilicen los recursos del Estado para dichos fines. ¿No sería másapropiado que se trasladaran en los vuelos de líneas regulares de laempresa que pertenece al Estado, sin costo alguno y no que movilicen unavión exclusivo para esto, con todos los costos que ello implica?

Oscar Beltrán
[email protected]

ESTATUA

Pasaron varios meses desde que fue retirada la escultura del obispoEusebio Colombres que estaba dañada, y hasta la fecha no fuerestituida. Urge esta reposición ya que el lugar acéfalo le da unaimagen negativa a nuestro paseo. Con mayor razón, por estar ubicadasobre una avenida, sería conveniente que la reparación no demoraramucho más.

Oscar Piedrabuena
[email protected]

CINTURON DE SEGURIDAD

Desde que comenzó a regir la obligatoriedad de utilizar los cinturones de seguridad estuve de acuerdo porque de una forma u otra el beneficio era a favor de mi seguridad y de los míos. Pero una vez tuve la mala suerte de olvidar colocármelo, y de pasar por uno de los tantos controles. Me detuvieron. Según las palabras del agente, mi falta era muy grave, tanto que, sin que ellos pudieran hacer nada por mí, mi vehículo debía ser secuestrado y enviado al corralón. Sin yo saber las leyes, normas u obligaciones en estos casos me vi en un grave aprieto. Más allá de que tan reales serían las consecuencias, mi punto es el siguiente: Ellos nos hacen las multas a nosotros, los infractores de ocasión, ¿y a ellos, los jueces y verdugos de las calles, quiénes los multan o verifican que cumplan las leyes y normas? Ellos viajan en las cajas de las camionetas municipales sin ninguna protección. Sólo me resta decir que en caso de tener yo un accidente, y no haber cumplido con las normas de tránsito, los costos que esto ocasionara estarían a mi cargo; pero en caso de que fueran ellos, los costos correrían por cuenta del Estado, o sea de todos nosotros. ¿Pretendo que se sancione o multe de algún modo a estas personas? ¡Sí, señor! Como pasaría con cualquier otra persona que cometiera una falta semejante.

Alejandro Orio
San Lorenzo 4.761
S. M. de Tucumán

AGRESION SONORA

Deseo hacer un aporte a la carta del 8/11 de la lectora Ruth Avila, debido a que sufro el flagelo de la música a alto volumen desde hace mucho tiempo y considero que nadie tiene derecho a imponer sus costumbres a otra persona, sean estas buenas o malas. Todos podemos denunciar, en virtud de la Ley de Contravenciones Policiales Nº 5140, art.15, inc. 6 que castiga con penas de hasta 30 días de arresto o días de multa "a los que en su domicilio tocaren música a alto volumen perturbando la tranquilidad de los vecinos". La ordenanza municipal Nº 288/78 es aun más extensa y precisa e involucra a la Dirección de Producción, Abastecimiento y Saneamiento Ambiental (Dipsa), que debiera hacerse cargo con contundencia de una campaña que exprese nuestros derechos al descanso y a vivir en paz; tal como sucedió con la prohibición de fumar en lugares públicos, pues la música a alto volumen también es perjudicial para la salud, como lo expresan organizaciones de nivel internacional.

María C. Torre
[email protected]

GOBIERNO VS. MEDICOS

El cierre de los hospitales públicos constituye un gravísimo problema para la población, lo cual significa un estancamiento en las negociaciones. Si bien es cierto que las guardias no fueron descuidadas en ningún momento, después de seis meses de luchas y continuas marchas, considero que el Gobierno debe dar una solución definitiva. No es posible que los profesionales de la salud deban salir a la calle como ocurre con los jubilados para pedir un incremento salarial dada la difícil situación económica actual y que no se los escuche no obstante haber mediado el arzobispo de Tucumán, monseñor Luis Héctor Villalba.¿Es que están sordos al clamor de las necesidades? La salud es prioritaria, por lo tanto, se debe terminar con la indiferencia y no cerrarse en decisiones irresponsables de no escuchar a quienes atienden en forma permanente a la comunidad. Esta situación no debe constituir un capricho, sino por el contrario, debe entablarse un diálogo coherente entre ambas partes para concluir con este triste panorama de conflicto que reflejamos ante el país sin que hasta el presente tenga una salida favorable. El Gobierno y los responsables del área salud deben solucionar a la brevedad esta situación para el bien de todos los tucumanos.

Segundo Pacífico Albarracín
[email protected]


Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected],  consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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