11 Noviembre 2009
IRONIA. Policías apostados junto a un cartel en la Maternidad. LA GACETA / JUAN PABLO SANCHEZ NOLI
¿Quién envió a la policía a abrir los hospitales?. Este era el interrogante que circuló a lo largo de la mañana entre los autoconvocados. A primera hora de la mañana, la directora de la Maternidad, Rossana Chahla, había dicho por televisión que la intervención policial obedecía a una resolución de una Fiscalía. Luego, el secretario general de ATSA, René Ramírez, informó a LA GACETA que había efectuado una presentación judicial para garantizar el derecho a trabajar de los afiliados al gremio. "No somos los que mandamos la Policía, pero sí pedimos que se garantice la libertad de trabajar", advirtió. Sin embargo, la fiscala María de las Mercedes Carrizo aclaró: "yo no ordené ninguna medida", y comentó que se había enterado de lo sucedido cuando se lo comunicaron mediante un memorándum.
Orden de servicio
La explicación llegó más tarde con las declaraciones del subjefe de la Policía, comisario general Nicolás Barrera. "Se cumplió una orden de servicio para que se mantuvieran abiertas las puertas de los hospitales a fin de que gocen del libre acceso quienes quisieran trabajar y las personas que necesitaban atención médica", explicó el funcionario policial.
Agregó que la Policía recibió un pedido de parte de ATSA, en el cual se advertía que muchos de sus afiliados querían trabajar, pero los autoconvocados no se lo permitían. "Por eso se decidió actuar, a fin de garantizar el trabajo de la gente. El procedimiento fue comunicado al Ministerio Público", destacó Barrera.
El comisario negó terminantemente que se hubiera actuado con violencia. "No somos una patota", subrayó. Luego dijo que los funcionarios del Ministerio de Seguridad Ciudadana estaban al tanto de los operativos, y que había un dictamen jurídico de los asesores letrados.
Detalló, asimismo, que la acción llevado a cabo se encuadra en el artículo 11 de la Ley Orgánica de la Policía.
Por otra parte, el secretario de Legal y Técnica de la Provincia, Ramiro González Navarro, había confirmado el lunes que el Gobierno había constatado el cierre de las puertas de los hospitales y de qué manera se estaba realizando la atención de los pacientes.
Orden de servicio
La explicación llegó más tarde con las declaraciones del subjefe de la Policía, comisario general Nicolás Barrera. "Se cumplió una orden de servicio para que se mantuvieran abiertas las puertas de los hospitales a fin de que gocen del libre acceso quienes quisieran trabajar y las personas que necesitaban atención médica", explicó el funcionario policial.
Agregó que la Policía recibió un pedido de parte de ATSA, en el cual se advertía que muchos de sus afiliados querían trabajar, pero los autoconvocados no se lo permitían. "Por eso se decidió actuar, a fin de garantizar el trabajo de la gente. El procedimiento fue comunicado al Ministerio Público", destacó Barrera.
El comisario negó terminantemente que se hubiera actuado con violencia. "No somos una patota", subrayó. Luego dijo que los funcionarios del Ministerio de Seguridad Ciudadana estaban al tanto de los operativos, y que había un dictamen jurídico de los asesores letrados.
Detalló, asimismo, que la acción llevado a cabo se encuadra en el artículo 11 de la Ley Orgánica de la Policía.
Por otra parte, el secretario de Legal y Técnica de la Provincia, Ramiro González Navarro, había confirmado el lunes que el Gobierno había constatado el cierre de las puertas de los hospitales y de qué manera se estaba realizando la atención de los pacientes.
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