La sequía es producto del cambio climático

Si bien el país inició en 2003 su ciclo de 25 años muy secos, las altas temperaturas registradas estos últimos días, que superaron los récords históricos en días consecutivos, constituyen una señal de que en Tucumán han comenzado a sentirse los efectos del cambio climático. No sólo por el calor, que hizo subir el termómetro a 43,4°C el viernes pasado, sino también por la prolongada sequía que está destruyendo los cultivos. Tal es la opinión del director del Laboratorio Climatológico Sudamericano, Juan Minetti, y del investigador de ese centro Marcelo Costa. Los expertos advirtieron que la población deberá modificar algunos hábitos, como empezar a usar ropas más livianas, a ahorrar la luz y agua potable y, en el caso de los agricultores, invertir en tecnología para optimizar los sistemas de riego. Según Minetti, en la Argentina no hubo un buen manejo del suelo y la sequía también es consecuencia, en parte, de la deforestación y de la agricultura. El sector agrícola más castigado es el de las frutas -como los arándanos- y de las hortalizas, especialmente las verduras de hoja. También la producción avícola está padeciendo: murió un 20% de gallinas ponedoras y el resto está estresado y no pone huevos. Además, se teme por la caña de azúcar y por la probable disminución del tamaño de los limones de la próxima campaña, anticipó Costa. Se prevé para hoy una baja de temperatura y chaparrones aislados.

"Es difícil calcular pérdidas, pero no se descarta que en la horticultura lleguen a los $ 100 millones. La sequía es más que preocupante en la provincia". (Néstor Zamudio, técnico del Inta-Famaillá)

"Hay poca cantidad de limón para consumo interno y por eso los precios subieron un poco. Si no llueve en los próximos días, estaremos muy perjudicados". (Roberto Sánchez Loria, titular de la Asoc. Tucumana de Citrus)