01 Noviembre 2009
"Un viaje a bordo de un crucero es mágico y brinda al pasajero múltiples posibilidades de disfrute", señala a LA GACETA Silvia, operadora turística. La empresaria informó que su agencia vendió este año muchos paquetes para cruceros, la mayoría con destino a Río de Janeiro y otros lugares brasileños y también a puertos patagónicos. "Esta tendencia se mantendrá en el verano de 2010, porque la temporada será mejor que la de este año". Un viaje en barco a la ciudad brasileña cuesta unos U$S 1.500, con todo incluido, excepto las bebidas y el traslado desde Tucumán al puerto de Buenos Aires.
Hubo promociones hasta mediados de año por la cual podían viajar tres personas en una misma cabina y pagaban dos. La tercera sólo debía abonar los impuestos y las tasas portuarias; un total de 350 dólares, más o menos.
En un sitio de una empresa de cruceros se dan detalles sobre este tipo de viajes. "Los barcos cuentan con grandes áreas al aire libre, acondicionadas para efectuar aerobic. No falta la sala de fitness, ideal para mantener la silueta, y el jacuzzi, el sauna, las sesiones de masajes y las clases de gimnasia. Quienes trabajan su cuerpo pueden continuar con su rutina jugando al tenis, al voley o al básquet", se informa. "La comida -agrega- es abundante. Hay varios tipos de restaurantes y cada uno cuenta con su especialidad. En los cruceros hay algunos restó las 24 horas; por lo tanto, si a media mañana usted quiere comer una pizza, no se verá imposibilitado de hacerlo. Se puede ordenar que envíen el desayuno al camarote, o tomarlo en el patio de comidas o llevarlo a la cubierta del barco. Los almuerzos pueden ser en el restaurante o el bufet al lado de las piscinas. Por la noche, la cena será el broche perfecto para cerrar el día deleitándose con manjares de todo el mundo. La noche tiene varias atracciones: en los shows internacionales, en la discoteca y en los bares se vive un clima de gran diversión. También se puede probar suerte en el casino o disfrutar del espectáculo de la medianoche".
Hubo promociones hasta mediados de año por la cual podían viajar tres personas en una misma cabina y pagaban dos. La tercera sólo debía abonar los impuestos y las tasas portuarias; un total de 350 dólares, más o menos.
En un sitio de una empresa de cruceros se dan detalles sobre este tipo de viajes. "Los barcos cuentan con grandes áreas al aire libre, acondicionadas para efectuar aerobic. No falta la sala de fitness, ideal para mantener la silueta, y el jacuzzi, el sauna, las sesiones de masajes y las clases de gimnasia. Quienes trabajan su cuerpo pueden continuar con su rutina jugando al tenis, al voley o al básquet", se informa. "La comida -agrega- es abundante. Hay varios tipos de restaurantes y cada uno cuenta con su especialidad. En los cruceros hay algunos restó las 24 horas; por lo tanto, si a media mañana usted quiere comer una pizza, no se verá imposibilitado de hacerlo. Se puede ordenar que envíen el desayuno al camarote, o tomarlo en el patio de comidas o llevarlo a la cubierta del barco. Los almuerzos pueden ser en el restaurante o el bufet al lado de las piscinas. Por la noche, la cena será el broche perfecto para cerrar el día deleitándose con manjares de todo el mundo. La noche tiene varias atracciones: en los shows internacionales, en la discoteca y en los bares se vive un clima de gran diversión. También se puede probar suerte en el casino o disfrutar del espectáculo de la medianoche".