19 Octubre 2009
ANALISIS. Bomberos y funcionarios estudian la situación en el aeroclub. LA GACETA / JOSE NUNO
La cumbia sonaba a todo volumen. Carcajadas, ruidos de botellas rotas y cantos retumbaban en los alrededores de la Primera Confitería. Ayer por la tarde, una espesa columna de humo se elevaba de una ladera. Pero, a menos de un kilómetro de distancia, los habitantes de la zona parecían no percatarse de que el aire estaba impregnado con olor a madera quemada.
"¿Miedo? No, para nada. Ya ni me acuerdo cuántos años pasaron desde que me vine a vivir acá y nunca me pasó nada. Eso sí: jamás había visto el fuego tan cerca. Pero yo estoy tranquila. Sé que no hay peligro. Lo van a apagar antes de que llegue a mi casa", afirmó Mercedes Arce, mientras tomaba mate en el patio de su vivienda, frente a la Primera Confitería.
Su vecina, Cristina Arias, no estaba tan tranquila. "Tenemos hijos y eso me preocupa. No me puse a pensar todavía qué voy a hacer si el fuego se acerca mucho. Pero es preocupante la situación", dijo la mujer mientras miraba el cerro.
Más arriba, en el kilómetro 14, bomberos voluntarios y empleados de la comuna de San Javier trabajaban para intentar controlar las llamas mientras el avión lanzaba agua desde el cielo.
Espectáculo
El operativo se convirtió en un espectáculo. Muchas personas llegaron al aeroclub para ver el avión y, a pesar de que la Policía interrumpió el tránsito vehicular en el cerro, caminantes y ciclistas se apostaron en distintos sectores para observar los trabajos.
"Es impresionante ver cómo el avión tira agua. Ojalá que puedan apagar el incendio y que no siga haciendo daño", comentó Liliana Benítez, una turista de Buenos Aires que recorrió el cerro a pie.
"¿Miedo? No, para nada. Ya ni me acuerdo cuántos años pasaron desde que me vine a vivir acá y nunca me pasó nada. Eso sí: jamás había visto el fuego tan cerca. Pero yo estoy tranquila. Sé que no hay peligro. Lo van a apagar antes de que llegue a mi casa", afirmó Mercedes Arce, mientras tomaba mate en el patio de su vivienda, frente a la Primera Confitería.
Su vecina, Cristina Arias, no estaba tan tranquila. "Tenemos hijos y eso me preocupa. No me puse a pensar todavía qué voy a hacer si el fuego se acerca mucho. Pero es preocupante la situación", dijo la mujer mientras miraba el cerro.
Más arriba, en el kilómetro 14, bomberos voluntarios y empleados de la comuna de San Javier trabajaban para intentar controlar las llamas mientras el avión lanzaba agua desde el cielo.
Espectáculo
El operativo se convirtió en un espectáculo. Muchas personas llegaron al aeroclub para ver el avión y, a pesar de que la Policía interrumpió el tránsito vehicular en el cerro, caminantes y ciclistas se apostaron en distintos sectores para observar los trabajos.
"Es impresionante ver cómo el avión tira agua. Ojalá que puedan apagar el incendio y que no siga haciendo daño", comentó Liliana Benítez, una turista de Buenos Aires que recorrió el cerro a pie.