12 Octubre 2009
CIERRE. Militantes finalizaron las deliberaciones y se dirigen a la plaza Urquiza.
La tensión caracterizó la segunda jornada del XXIV Encuentro Nacional de Mujeres. En la escuela José Mármol se registraron algunos incidentes a causa de la discusión sobre los proyectos de despenalización del aborto.
Un grupo de mujeres que se manifestó contra esta práctica fue expulsado de los talleres. "Están contra la vida y tuvieron miedo; éramos mayoría y no podían refutarnos", dijo Estela Méndez. Del otro lado, Inés (no quiso dar su apellido), de la agrupación "Las Rojas", dijo que aquellas actuaron corporativamente, copando el aula desde horas antes del inicio. "Para estar en estos talleres hay que estar a favor del derecho al aborto, porque venimos a discutir cómo articulamos la campaña en pos de su despenalización. El aborto clandestino provoca más de 800 muertes por año; y las que fallecen son las pobres, porque quien dispone de los $ 4.000 que cuesta la operación no corre riesgo", argumentó.
"Nos escupieron y nos empujaron mientras nos gritaban. Es lamentable; actúan como chiquitos asustados; son unas ignorantes", insistió Méndez. Susana Varcelone, otra de las expulsadas, denunció maltratos. "Rompieron nuestros celulares sin motivo; yo estaba tranquila", dijo. Por la tarde, se registraron otras expulsiones. De esto también dieron cuenta Katy Santucho y Lucía Randle. "Nosotros defendemos la vida, la familia y leyes que sirvan al bien común y no a la destrucción", afirmó Santucho.
Inés aseveró que no agredieron a nadie, sino que les pidieron que se retiren. "Este año hubo un redoble de la Iglesia en contra del encuentro. Otros años recibimos ataques, pero este fue particularmente fuerte. Nosotras no vamos a sus congresos; ellas no tienen que venir acá", afirmó.
Hasta afuera de la escuela llegaban los cánticos contra la Iglesia. Desde temprano, un grupo de hombres -familiares de las mujeres que se oponen la despenalización del aborto- se paseaba frente a la escuela. "Monseñor (Luis Villalba) nos dijo que no nos identifiquemos; bah, decidimos no hacerlo, por temor a represalias. Dentro están las señoras de la Iglesia, tratando de que no se mate a su bebé", dijo uno de ellos. Otro, de apellido Monroy, agregó: "no queremos desarticular el encuentro, pero tampoco perder la participación de nuestra gente, que está exponiendo nuestro pensamiento en el taller".
Cuando las participantes se retiraban de la escuela, la tensión se incrementó, sobre todo por la ausencia de vigilancia policial. Algunas denunciaron que la fuerza había liberado la zona, y redoblaron la autodefensa. Pero, salvo cánticos cruzados, no ocurrió nada grave.
Un grupo de mujeres que se manifestó contra esta práctica fue expulsado de los talleres. "Están contra la vida y tuvieron miedo; éramos mayoría y no podían refutarnos", dijo Estela Méndez. Del otro lado, Inés (no quiso dar su apellido), de la agrupación "Las Rojas", dijo que aquellas actuaron corporativamente, copando el aula desde horas antes del inicio. "Para estar en estos talleres hay que estar a favor del derecho al aborto, porque venimos a discutir cómo articulamos la campaña en pos de su despenalización. El aborto clandestino provoca más de 800 muertes por año; y las que fallecen son las pobres, porque quien dispone de los $ 4.000 que cuesta la operación no corre riesgo", argumentó.
"Nos escupieron y nos empujaron mientras nos gritaban. Es lamentable; actúan como chiquitos asustados; son unas ignorantes", insistió Méndez. Susana Varcelone, otra de las expulsadas, denunció maltratos. "Rompieron nuestros celulares sin motivo; yo estaba tranquila", dijo. Por la tarde, se registraron otras expulsiones. De esto también dieron cuenta Katy Santucho y Lucía Randle. "Nosotros defendemos la vida, la familia y leyes que sirvan al bien común y no a la destrucción", afirmó Santucho.
Inés aseveró que no agredieron a nadie, sino que les pidieron que se retiren. "Este año hubo un redoble de la Iglesia en contra del encuentro. Otros años recibimos ataques, pero este fue particularmente fuerte. Nosotras no vamos a sus congresos; ellas no tienen que venir acá", afirmó.
Hasta afuera de la escuela llegaban los cánticos contra la Iglesia. Desde temprano, un grupo de hombres -familiares de las mujeres que se oponen la despenalización del aborto- se paseaba frente a la escuela. "Monseñor (Luis Villalba) nos dijo que no nos identifiquemos; bah, decidimos no hacerlo, por temor a represalias. Dentro están las señoras de la Iglesia, tratando de que no se mate a su bebé", dijo uno de ellos. Otro, de apellido Monroy, agregó: "no queremos desarticular el encuentro, pero tampoco perder la participación de nuestra gente, que está exponiendo nuestro pensamiento en el taller".
Cuando las participantes se retiraban de la escuela, la tensión se incrementó, sobre todo por la ausencia de vigilancia policial. Algunas denunciaron que la fuerza había liberado la zona, y redoblaron la autodefensa. Pero, salvo cánticos cruzados, no ocurrió nada grave.
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